Narcos reclutan mujeres para meter cocaína y crack al penal de Tacumbú

Pese a todos los controles implementados en la penitenciaría de Tacumbú, los traficantes siempre se han ingeniado para introducir todo tipo de sustancias prohibidas al presidio.

Precisamente, ayer alrededor de las 06:30, el interno Benito Manuel Domínguez Insfrán (44) fue sorprendido por los guardiacárceles con 21 gramos de cocaína pura, distribuidas en varios paquetitos, listos para ser comercializados en la población penal. Domínguez Insfrán fue detenido el 21 de noviembre del 2011 en Asunción por tráfico de drogas, y tres días después, remitido en la penitenciaría.

Desde ese momento, el narco estuvo recluido en una de las celdas del pabellón de Admisión, que también alberga a más de 30 efectivos policiales que fueron detenidos en los últimos años por la comisión de varios crímenes, señaló el director del penal de Tacumbú, Dr. Artemio Vera.

Debido a que la droga confiscada era de altísima pureza, se deduce, que antes de ser distribuida, los vendedores la debían mezclar con otras sustancias, para aumentar el volumen y, consecuentemente, generar mayores ganancias a los traficantes.

Seguimientos establecidos tras los decomisos en las últimas semanas permitieron confirmar que los narcos optaron por reclutar a mujeres para introducir cocaína y crack a Tacumbú. Las mulas meten “polvo blanco” entre los pliegues de sus toallitas higiénicas, explicó Vera.

Con este nuevo sistema, lo que se pretende es burlar las revisiones manuales ejercidas por las celadoras en los portones y la máquina de escáneres.

Con la utilización de las mulas, los narcos también reducen el costo operacional, debido a que ya no están obligados a pagar coimas a los funcionarios de seguridad para resguardar sus cargas, dijo Vera.

Según los controladores del penal, unas 1.400 mujeres ingresan por día durante las visitas, que son cuatro jornadas semanales.

Ante esta situación, las autoridades penitenciarias aumentaron los controles internos para detectar y aislar a los reclusos que están manejando el negocio de las drogas dentro del penal.

Anteriormente, los narcos lanzaban al interior de la cárcel, desde las calles aledañas, los paquetes de cocaína y crack. Los internos se encargaban de recogerlos y luego comercializarlos. Este operativo era efectuado bajo la protección de los propios guardias. Ante esta situación, el director Artemio Vera dispuso la implementación de cámaras de circuito cerrado en todo el perímetro del penal, lo que desalentó por algunos meses a los narcos.

Ahora se busca la implementación de un mecanismo legal para detectar las cargas introducidas por las mulas, señaló Vera.