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La acusación presentada por el fiscal Francisco Torres es por daño a cosas de interés común, perturbación de la paz pública y resistencia.
Además de Cubas, el fiscal Francisco Torres también acusó al concejal de Ciudad del Este, Celso “Kelembu” Miranda; a su hijo Celso Daniel Miranda, del edil Miguel Martínez y Jorge Luis Segovia.
Este proceso se abrió a raíz de una pintata realizada a vehículos sin logo estacionados frente a la residencia del fiscal general del Estado, el 29 de enero a las 17:00.
En la ocasión, la Policía los reprimió y llevó detenidos a todos los manifestantes, inclusive a un adolescente de 16 años, al que mantuvieron oculto e incomunicado por más de 12 horas. Tras una manifestación de familiares ante el Ministerio del Interior, la fiscala Stella Mary Cano dispuso su libertad.
En su escrito de acusación, el fiscal Torres dice lo siguiente: “(...) Los imputados se encontraban entre un grupo de personas (oficiales de policía) y cosas (pintar camionetas, murallas y puertas) además de que las lesiones producidas a dos oficiales de la Policía Nacional, fueron ocasionadas con elementos contundentes (piedras) que portaban algunos de los participantes, situaciones estas que aún ante la advertencia policial se siguieron produciendo, conforme se desprende de las declaraciones testificales de las víctimas”.
En aquella ocasión, también fue detenido Raimundo Ayala, quien estuvo procesado y preso por el caso, pero fue desvinculado por la vía del criterio de oportunidad.
Las abogadas Kattya González y Esther Roa cuestionaron el procedimiento fiscal desde el principio, pues afirman que el acta que dio origen al proceso es nula, porque no cita a dos testigos imparciales, entre otras irregularidades.