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Los narcos desmontaron una extensa zona boscosa para instalar los cultivos de la “macoña”; aparentemente contaron con la complicidad de algunos lugareños, quienes luego fueron contratados para el cuidado y la cosecha de las plantas, según los oficiales intervinientes.
En el momento del procedimiento, sin embargo, los agentes no encontraron a ningún narco en los campamentos montados en medio de los cultivos para resguardar la hojas cosechadas.
Aparentemente, los trabajadores, que en ese momento se aprestaban para prensar la droga, escaparon hacia los montes aledaños, al ser alertados sobre la presencia de los uniformados en la zona.
El fiscal Celso René Morales, de Concepción, quien acompañó el procedimiento, ordenó que los 2.500 kilos de marihuana picada sean quemadas en el lugar.
En los últimos años, grupos de campesinos que se dedican al cultivo de la marihuana con financiación de narcotraficantes brasileños fueron responsables de la deforestación en varias reservas naturales en la Zona Norte, según la Policía.