Colectividad paraguaya espera que Macri mantenga el sistema de salud solidario

El clima político y social por el que atraviesan los argentinos, principalmente en la capital y el resto de la provincia de Buenos Aires, sin dudas que no es de los mejores debido a los repentinos tarifazos que introdujo el nuevo presidente Mauricio Macri, quien por ejemplo aumentó desde el último mes el precio del transporte público en un 100%, de la energía eléctrica en un 200%, del gas en un 300% y del agua hasta en un 400%.

El nuevo Gobierno alegó que la drástica suba se debió a una maniobra imprescindible y urgente para reflotar la golpeada economía argentina, que quedó literalmente en saldo rojo con la salida de la anterior presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.

Esta, a su vez, con su política social fue aparentemente desgastando las arcas públicas en los últimos años con generosos subsidios de todo tipo y que alcanzaron hasta a los que se declaraban desocupados o a supuestos indigentes, así como a jubilados que nunca aportaron.

Muchos de esos habitantes de la Argentina que recibían la ayuda económica estatal son paraguayos, que manifestaron que sí se siente el cambio de Gobierno.

Además de la suba en los precios también se implementaron recortes en varios sectores, como en la salud, cuyo sistema solidario beneficia a más de 2 millones de compatriotas, pese a que incluso muchos de ellos son indocumentados.

De todos modos, cientos de familias paraguayas siguen viajando a la Argentina con la esperanza de acceder al sistema de salud, que prioriza la condición médica del paciente antes que su procedencia o su condición social.

De hecho, esa es la esperanza que mantiene la mayor parte de la colectividad paraguaya, que Macri mantenga vigente la actual política de ayuda sin discriminar a extranjeros, que al menos hasta hoy siguen siendo tratados en los hospitales públicos como los propios argentinos.

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