El Pastor (Coronel) y la oveja

Al filo de la primavera, Diputados nos regalaba una flor de propuesta: Modificar la Carta Orgánica de la Policía Nacional, con una enmienda que contemplaba autorizar a la Policía Nacional a detener personas sin orden judicial ni fiscal. Esto, contraviniendo el Art. 12 de la Constitución Nacional, que establece: “Nadie será detenido ni arrestado sin orden escrita de autoridad competente, salvo caso de ser sorprendido en flagrante comisión de delito que mereciese pena corporal”.

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/2WQUMMGFCFC2FDL3GH3SXOSBI4.jpg

Cargando...

Ciertamente, el proyecto de modificación tuvo su origen en Senadores cuya intención era en alguna medida optimizar el combate a la delincuencia que nuestra golpeada sociedad viene padeciendo desde hace bastante tiempo.

Sin embargo, no debemos perder de vista que el insólito pedido de cambio provino de Diputados, cuya mayoría responde al cartismo, sector que últimamente ha dado fuertes indicios de querer reflotar y reinstalar un sistema dictatorial en toda la estructura gubernamental, presionando a la sociedad civil que piensa diferente o que reclama sus derechos. A saber, algunos ejemplos de su falta de espíritu democrático son el incumplimiento de la Ley 5282, veladas manifestaciones neoestronistas en actos públicos, provocaciones a estudiantes secundarios, etc.

A estas alturas, con el rechazo de la propuesta en Senadores, las modificaciones ya no son tema de discusión, lo verdaderamente preocupante es el hecho de que Diputados tan siquiera lo haya considerado e invertido tiempo en un asunto que nos recuerda los tiempos de represión liderados por Pastor Coronel y apañados por Stroessner.

Si verdaderamente los diputados tuviesen voluntad de desarrollar políticas para el buen desempeño de la Policía Nacional, se centrarían en ver la forma de mejorar su paupérrima infraestructura, tan pobre como la de Horqueta (Concepción).

Ahí, el Crio. Serafín Marecos, jefe de la Comisaría 3ª –asentada en una zona conocida como de influencia del grupo criminal EPP–, tuvo que hacer una colecta entre sus subalternos para comprar una oveja. Con esperanza y entusiasmo colocó a la lanuda como premio mayor de una rifa con la que esperaban recaudar G. 3.000.000 que usaría para el pago de la reparación del inyector de una de las patrulleras. Al tomar estado público, el sorteo se suspendió y el único premiado fue Marecos, a quien removieron del cargo por no seguir el protocolo que toma semanas para obtener el dinero del ente que oficialmente lo provee en estos casos.

En un país que lleva su proceso democrático a los tumbos, pensar en una ley que contravenga la mismísima Constitución Nacional es un retroceso; en un país en el que las fuerzas de seguridad tienen que sortear animales para cumplir con su trabajo, nos pone ante la evidencia de que 27 años después del golpe, la dictadura no claudica en sus esfuerzos por reinstalarse en nuestra sociedad. Una oveja no hace primavera. Una Ley Pastor Coronel, tampoco.

mescurra@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...