Asesor cartista involucrado en despojo de tierras chaqueñas

Aprietes judiciales, desalojos a la fuerza e imputaciones a medida. Víctor Galeano Perrone, asesor y amigo personal del expresidente Horacio Cartes, aparece vinculado a un caso de despojo de tierras en el Alto Paraguay, que luego vendieron por unos dos millones de dólares. Inversión, ganado, mejoras y una vida de trabajo se perdieron.

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Sábado 19 de abril de 2016. Fue el día en el que llevaron esposado a Nery Rafael Martínez Franco a la comisaría de Fuerte Olimpo, capital del departamento del Alto Paraguay, a bordo de una camioneta particular. Tuvo que viajar unos 70 kilómetros desde las tierras que su familia ocupó durante casi seis décadas hasta la sede policial donde lo dejaron recluido e incomunicado durante 50 horas.

Nery fue imputado dos días después por invadir el inmueble en el que vivió durante años, para tratar de recuperar el ganado que había quedado allí luego de que los desalojaran tiempo antes. Fue denunciado por los propietarios de la firma Rodeo Porã SA, empresa que había adquirido la propiedad cuando todavía su familia intentaba solucionar el despojo del que fueron víctimas.

Fue el toque final de una larga y complicada historia.

Desde el primer respiro

Durante 58 años la familia de Deolinda Sosa Abreu vivió y trabajó dentro de una porción de una propiedad de 7620 hectáreas conocida como Loma Paraguaya, ubicada en la zona de Toro Pampa, departamento de Alto Paraguay. Su padre había sido enviado a la zona por un ciudadano alemán para que creara una pequeña población en 1952. Ella misma nació en el lugar y vivió allí toda su vida.

Levantaron casas, corrales y retiros, criaron animales que registraron ante el Senacsa y trataron de seguir el sueño de la tierra propia.

El tortuoso camino del despojo comenzó en los primeros meses de 2010. De un día al otro, doña Deolinda recibió la notificación de un juicio de desalojo que pesaba sobre ella y su familia. El proceso había sido iniciado por un hombre llamado Fernando Otazú Mussio, del que nunca escucharon.

Otazú Mussio inició en diciembre de 2009 un juicio de usucapión contra una de las vecinas de la familia de Deolinda. Sin que lo hubieran visto siquiera una vez en la zona, este hombre decía haber ocupado las tierras durante 30 años. Entre sus abogados aparecía un tal Víctor Galeano Perrone.

Habitualmente, los juicios de usucapión duran años. El que favoreció a Otazú Mussio se solucionó en apenas SEIS meses. Justicia rápida sí existe para algunos.

Además de la rápida resolución judicial, también llamó la atención que Otazú Mussio inició un juicio de usucapión contra alguien que en teoría le había cedido los derechos de sus tierras ya un año antes, en 2008.

Para intentar solucionar la situación, la familia de Deolinda inició un juicio de nulidad y a la vez otro proceso de usucapión contra Otazú Mussio. Pero a la par, el esposo de doña Deolinda fue imputado por supuestos delitos ambientales.

Fueron desalojados en 2011. Una comitiva policial desalojó no solo a la familia de doña Deolinda, sino también a los vecinos que llevaban décadas viviendo en esa misma zona. Fernando Otazú Mussio observó todo desde el interior de una camioneta, cuentan. Solo se bajó uno de sus abogados, de nombre Horacio Peroni.

No dejaron nada en pie. La casa principal de Loma Paraguaya, los tres retiros, los corrales y hasta una pequeña capilla que los vecinos habían levantado en honor a la Virgen de Caacupé y donde se reunían cada 8 de diciembre.

Usaron motosierras para tirar todo al piso. La familia de doña Deolinda llevó apenas lo que podía, dejando cientos de animales que le pertenecían a ella y también a su sobrina, Nancy Rosalba Martínez Franco, hermana de Nery, detenido en 2016.

Agotada por los aprietes en el ámbito penal, Deolinda cedió sus derechos sobre la tierra a Nancy para que intentara salvar la propiedad.

Con sendos procesos judiciales todavía abiertos, la propiedad pasó de mano en mano. La última en proclamarse como propietaria fue la firma Rodeo Porã SA, representada por José Eduardo González Llano, primo del senador liberocartista Blas Antonio Llano Ramos.

Galeano Perrone dueño

Víctor Galeano Perrone había aparecido apenas como un abogado más de Fernando Otazú Mussio, hasta que se realizó la venta de las tierras -todavía en disputa- en noviembre de 2011. En el contrato de compra-venta firmado ante el escribano Luis Enrique Peroni Giralt de Asunción, el asesor y amigo personal del expresidente Horacio Cartes aparecía finalmente como uno de los NUEVOS supuestos dueños de la propiedad.

Vendieron las 7620 hectáreas por la nada despreciable suma de US$ 1.777.000.

En el propio documento de compra-venta reconocían que parte de la propiedad era ocupada por la familia de doña Deolinda.

Como pruebas documentales de la supuesta tenencia de la propiedad, presentaron ante la escribanía un documento de supuesta partición de condominio entre Otazú Mussio y la Asociación de Productores Agropecuarios de Toro Pampa.

Según informes comerciales, esta asociación fue creada en 2003 pero no cuenta con RUC ni movimiento comercial alguno en los últimos tres años. Tampoco individualizaron a siquiera uno de los socios. En la zona del Alto Paraguay, nadie conoce esta organización.

El golpe final

La familia de doña Deolinda y de Nancy no pudo ingresar más a la propiedad. Habían dejado 700 animales en el interior, de los que pudieron recuperar apenas 300. Cuando ingresaron nuevamente para tratar de recuperar las cabezas de ganado, fueron imputados por invasión y la justicia otorgó rápidas medidas, las mismas medidas que a la familia le había negado.

Intentamos tener la versión de Galeano Perrone sobre el caso, pero las llamadas a su teléfono eran enviadas directamente al buzón de voz.

juan.lezcano@abc.com.py

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