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Durante el evento, el senador Cubas dijo que “arreglar” las mesas electorales el día de las elecciones costaba US$ 5.000, que se distribuyen con US$ 1.000 por veedor, US$ 1.000 a los miembros designados tiempo antes por la Junta Cívica.
Indicó que a los miembros, que no se diferencian entre colorados y liberales, les hacen firmar previamente las actas. Agregó que ya en las Juntas Cívicas –encargadas de recibir y resguardar los útiles electorales antes del día de la votación– en complicidad con los veedores llenan de antemano las actas.
“Cuando ese ciudadano va a las mesas, ya no firma (el miembro de mesa) las actas resultantes de esa elección. Fíjense que ninguno de nosotros hemos podido recibir los Certificados de Resultados que tenían los apoderados de los dos partidos tradicionales. ¿Por qué?
Porque diferían radicalmente sus certificados de resultados con aquellos transmitidos por el supuestamente preciso TREP (Transmisión de Resultados Electorales Preliminares)”, denunció.
Añadió que el TREP es parte del esquema de fraude.
El sacerdote Francisco de Paula Oliva dijo que desde el día de la elección (22 de abril) hay mucha gente convencida de que hubo fraude y que desde ese momento se vienen reuniendo para ver la forma de pelear contra esta injusticia.
Te Deum
En la audiencia pública realizada en la Sala Bicameral del Congreso, los presentes decidieron remitir un nota al arzobispo de Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela, para que suspenda el tradicional te deum en la Catedral Metropolitana previsto para el 15 de agosto “porque no hay nada que agradecerle a Dios”. También harán una marcha desde la Plaza Uruguaya por el centro y se reunirán cada 15 días en el Congreso.