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Uno de los principales dominios de la organización municipalista es la expedición de un número para las licencias de conducir. Actualmente, cada contribuyente de todas las municipalidades es despojado de unos G. 20.000 por la expedición o renovación de registros. Además, la Opaci debe refrendar las numeraciones de las precintas de las habilitaciones para el tránsito de vehículos. En dos trámites la institución recauda millonarios fondos del bolsillo de los contribuyentes.
También las municipalidades deben tener la aprobación de la Opaci para la venta, hipotecas sobre inmuebles en sus respectivas comunidades. Sobre cualquiera de estos trámites existe un canon que abonar por los contribuyentes.
La Opaci recauda millones de las instituciones públicas, es este caso las municipalidades de todo el país, pero al ser una “asociación sin fines de lucro” escapa de cualquier auditoría por organismos de control como la Contraloría. Es decir, ninguno de los contribuyentes puede saber en qué se gastan las recaudaciones de la organización municipalista.
La ONG es la menos transparente porque no informa sobre la cantidad de funcionarios y menos el salario que perciben.