La beatificación ayuda a reanimar a la Iglesia entera

El fraile italiano Romano Gambalunga, postulador ante el Vaticano de la beatificación de Chiquitunga, se dirige a los que no creen en milagros y sostienen que existe incompatibilidad entre ciencia y religión. En esta entrevista, continuación de la publicada en nuestra edición de ayer, asegura que la devoción de los creyentes en sus santos reanima a la Iglesia entera.

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–Estas causas de las beatificaciones y santificaciones se multiplicaron con Juan Pablo II...

–El Papa se cimentó mucho sobre el Concilio Vaticano II (Artículo 5° de la Lumen Gentium sobre la santidad de cada bautizado) y dijo: “un santo ayuda mucho a la gente”, también a reconocerse. El Papa quiso promover la santidad en todos los continentes. La Iglesia era muy europacéntrica, tanto la Iglesia como la santidad. El Papa dijo: “La santidad ayuda a los fieles a vivir el Evangelio, vivir la caridad hasta su fin. Por eso impulsó mucho los procesos para que cada nación, posiblemente, tenga sus santos. Es más fácil en Paraguay reconocerse en Chiquitunga, mujer paraguaya, que reconocerse o rezarle a San Francisco de Asís. Él es un gran santo pero es italiano, y es del pasado. Chiquitunga es de hoy y muy cercana a los paraguayos. La causa de beatificación en una diócesis ayuda mucho a reanimar a la Iglesia entera, no solo al pueblo sino también a los propios sacerdotes y religiosas...

–El proceso de Chiquitunga, de beata a santa ¿es irreversible? ¿Eso se va a producir inexorablemente?

–Se va a producir cuando haya otro milagro.

–Mucha gente no cree y dice que para la ciencia los milagros no existen...

–Cientismo es la ideología de la ciencia que dice que la ciencia explica todo. Pero el científico verdadero dice: “nosotros, la mayoría de las cosas no las conocemos y no podemos explicar. Lo que podemos explicar es la mínima parte del misterio de la realidad del cuerpo humano, de cómo funciona el cerebro, o sea, conocemos siempre más cosas pero estas más cosas son la menor parte del misterio del hombre y del universo”. Esa es la ciencia verdadera, la que está abierta a lo inexplicable, la que admite que hay siempre algo más allá; que hay fuerzas que no conocemos, que actúan, que no podemos definir en fórmulas ni reglas. La medicina puede curar, pero muchísimas cosas el médico no se explica por qué suceden (...) Si uno quiere juzgar a la Iglesia simplemente porque no tiene fe o desde un punto de vista ideológico, político o sociológico, lo puede hacer y entonces es un fenómeno humano. Después está la categoría de personas que simplemente tienen un odio...

–Los anticlericales...

–Claro. Uno puede hacer lo mejor de sí pero si le odian, bueno, qué se puede hacer. A Jesús, por qué lo mataron, si era inocente, sin pecado: porque lo odiaban, porque ponía en cuestión la vida, el poder religioso-político de aquella sociedad.

–(El científico inglés Stephen) Howking hablaba de incompatibilidad entre ciencia y religión y que “la otra vida” es un cuento...

–Es verdad que la fe no nace de un razonamiento. Viene de la predicación del Evangelio. Ciencia y fe tienen dos orígenes diferentes. Pero la fe verdadera no está en contradicción con la razón si la razón está abierta. Si está cerrada como los que están contra la Iglesia, entonces claro que uno puede decir: “no hay nada entre ciencia y religión”. No es verdad. Tienen orígenes diferentes. Pero la razón, si es abierta –como de manera razonablemente científica llego a las verdades científicas– razonando de manera religiosa llego a verdades humanas que dan sentido a la vida, porque el amor no es una fórmula matemática o física. Es cuestión de sentimiento y de relación. Y la fe habla de relación y de sentimiento.

–Howking dice que el Universo se creó de la nada, de forma espontánea, por las leyes de la física...

–(suspira y sonríe) ... Esa no es una convicción científica. Es personal. De la nada no viene nada, en el concepto mismo de nada. Si había una materia, el caos –que es de donde viene la materia– la pregunta es: ¿en el origen está la nada o un ser que existe? Si en el origen hay algo que existe, ¿de dónde viene? Su convicción le puede decir: “no, en el origen no hay nadie. Todo se hizo porque sí”. Eso no científico. Otros científicos no hablan así. Es una posición religiosa la de Howking. No es científica.

–¿Y Galileo, tan golpeado?

–Pero dígame, cuántas instituciones humanas, después de siglos pueden decir: “es verdad, fue un error. Nos hemos equivocado”. Yo sencillamente digo esto: si uno es honesto y estudia la historia de la ciencia verá que sin el cristianismo no tendríamos la ciencia.

–Los ateos dicen que nadie puede probar que existe Dios...

–Nadie puede probar que no existe Dios...

(holazar@abc.com.py)

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