Trabajos para tener colmenas sanas y vigorosas - Ing. Agr. Fernando Díaz Shenker (*)

El manejo de las colmenas que el apicultor realiza en otoño apunta a tener colmenas sanas y vigorosas. Para ello se verifica el adecuado equilibrio entre la población de abejas, el espacio disponible al interior de cada colmena junto con el alimento: miel y polen, que se dejará en suficiente cantidad al alcance de las colonias, ya preparándolas para el período invernal.

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Así, en esta época del año, el apicultor debe revisar sus colmenas y estar seguro de que cada colonia cuente con suficiente reserva de miel y polen. Si a esto se suma la presencia de una reina joven y una gran cantidad de abejas, entonces, la colmena estará bien preparada para la invernada. Esto beneficiará al productor apícola y, también, a la flora nativa y cultivada de la zona.

IMPORTANCIA

Con el manejo preventivo de otoño, el apicultor contará con colmenas que bien protegidas y alimentadas podrán invernar adecuadamente y comenzar la actividad de recolección de néctar y polen en la temporada siguiente, es decir, en primavera. La literatura técnica sobre este tema es coincidente en los aspectos y recomendaciones a seguir.

REVISIÓN

En días soleados y de viento calmo, de preferencia entre las 10:00 y 14:00, el apicultor debe revisar en forma cuidadosa cada colmena y comprobar en qué estado general se encuentra. En esta época del año, y de acuerdo al manejo previo, las colmenas pueden diferir en la cantidad de población, el espacio disponible, la provisión de alimentos con que cuenta, la cantidad de cría y el estado sanitario general. Sobre el punto, el registro de las actividades y estado de cada colmena es clave. La idea es contar con una ficha.

RECOMENDACIONES

En otoño se produce, por lo general, una disminución de la población de abejas, lo que hace necesario adaptar los espacios, reduciéndolos, de acuerdo con las condiciones particulares de cada colmena. Por ejemplo, a las colmenas con cámara de cría y alza con pocas abejas se les retira el alza, dejando solamente la cámara inferior con cría panales de miel y polen. El objetivo de esta medida es regular los espacios interiores de la colmena para que exista una adecuada ventilación, temperatura y humedad. Cabe recordar que la temperatura normal de una colmena varía entre los 32 ºC y 35 ºC, mientras que la humedad oscila entre 40 y 60 %.

Si existen colonias que solo tienen un cajón y se observa una reducida población de abejas, se puede estrechar el espacio interior con un tabique o “diafragma” a modo de cuadro preparado con cartón, papel diario o láminas de madera. Al reducirse el espacio, se ayuda a la colonia a regular mejor la aireación, la temperatura y humedad interiores.

Para ambos casos, una reducción de la piquera con una abertura entre 4 cm y 10 cm evita los posibles ataques por pillaje y favorece un mejor clima interior de la colonia.

Otra recomendación es verificar que las colmenas tengan una ligera inclinación hacia adelante, para permitir el escurrimiento de las aguas de lluvia, y evitar que ingresen y humedezcan en exceso el interior del piso y la colmena.

FUSIÓN DE COLONIAS

Suele ocurrir también que algunas colmenas quedan sin reina (huérfanas) o se muestran muy débiles, ya que no logran cubrir, al menos, cuatro cuadros con abejas. En este caso, se recomienda practicar una fusión o reunión de colonias, para de dos colmenas formar una fuerte. La operación a realizar es la siguiente: se destapa una colmena fuerte y poblada, sobre la cual se extiende una hoja de papel de diario a la que se le hacen varios pequeños agujeros con un lápiz o similar; encima se coloca la colmena débil, sin piso. Después de 24 h, se comprueba el resultado y se retira el alza superior (correspondiente a la colmena débil), porque las abejas ya habrán bajado a la colmena inferior (fuerte), eliminando la hoja de diario intercalada. Si se observan abejas en el cajón que se retira, se barren con un cepillo sobre la colmena que quedará.

CONCLUSIÓN

En síntesis, en esta estación, el apicultor tiene que, entre otros, comprobar la relación entre espacio-población-alimento en cada colmena, verificar el estado sanitario de sus colonias, colocar piqueras, inclinar cada cajón hacia adelante levemente, asegurar la tapa de cada cajón y verificar que no existan hendiduras o agujeros por donde puedan ingresar plagas, lluvia, entre otros.

(*) Especialista en Comunicación Rural

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