Análisis y descripción del sector agrícola como uno de los motores de la economía

Para el hecho basta observar a economías como Brasil, Colombia y América Central que son líderes en la exportación de café. Así como Chile y Perú en la comercialización del cobre y Brasil del hierro. Otros países como Bolivia, Colombia, Ecuador, México, Trinidad y Tobago, además de Venezuela, tienen ancladas sus economías en la exportación de petróleo y gas. La soja también es otro producto de relevancia en las exportaciones de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay (vox.lacea.org).

Tan alta es la dependencia de estas economías a la exportación de las materias primas, que toda su actividad económica, los ingresos fiscales y los saldos en cuenta corriente se encuentran constantemente expuestos a los choques de precios.

De acuerdo con datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), más del 90% de la producción mundial de soja se concentra en Brasil, Estados Unidos, Argentina, China, India y Paraguay, con una rápida expansión en Uruguay y Bolivia. Actualmente, el área total de soja a nivel mundial cubre alrededor de un millón de kilómetros cuadrado.

En tal sentido, el ránking de los principales productores mundiales de la oleaginosa ubica a Brasil en el primer lugar con una producción de 131 millones de toneladas, seguido por Estados Unidos, con 112 millones de toneladas y Argentina con 53,5 millones de toneladas. En tanto que China registra una producción de 17,5 millones de toneladas, India 10,5 millones y finalmente Paraguay, que ocupa el puesto número 6 entre los mayores productores de soja, produce alrededor de 10,2 millones de toneladas.

Principales exportadores

En cuanto a los países considerados como los principales exportadores de soja, Brasil (83 millones de toneladas), Estados Unidos (55,7 millones de toneladas y Argentina (6,5 millones), encabezan el ránking. Paraguay figura como el cuarto mayor exportador a nivel mundial, con 6,3 millones de toneladas, conforme a datos del citado USDA.

La soja es utilizada para convertir proteína vegetal en proteína animal, es decir, para la alimentación de ganado vacuno, porcino y de aves en Paraguay y en varios países del mundo.

Desde el año 2000 hasta el 2019, los granos de soja y sus subproductos (aceite y harina), como también los principales cereales, han crecido sustancialmente, pasando de una participación del 19,3% en las exportaciones a 42,3% al último año. De esta manera, el comportamiento del agro y la industria en tiempos de sequía, tiene efectos negativos como un menor uso de energía en general por parte de las grandes empresas y una reducción en la circulación del dinero en la economía.

Datos del Banco Central del Paraguay (BCP) al cierre de 2019 muestran que la semilla de soja y sus derivados representaron 33% de las exportaciones totales del país, es decir, se comercializaron en el exterior por aproximadamente US$ 2.700 millones. De este total, el 64% fue por la venta de granos, el 23% y 13% con la comercialización de harina y aceite.

Otras estimaciones hablan incluso de que la inyección a la economía paraguaya ha sido de unos US$ 5.000 millones al año. Esto al considerar todo el circuito que mueve la oleaginosa.

El aumento de la demanda por productos cárnicos se vincula estrechamente con la demanda de soja para alimento de animales.

También, el incremento de la población urbana en los países emergentes y la difusión del modelo cultural occidental tienden a influenciar en el tipo de alimentación, donde predominan las carnes (Agricultura y Desarrollo en Paraguay- 2015).

En la presente edición, la consultora MF Economía describe y analiza la composición del sector agrícola como motor de la economía paraguaya. Además, de los desafíos para el fortalecimiento de la actividad en el desarrollo y crecimiento del país.