Inclusión financiera y bancarización como desafíos del circuito financiero

El acceso a servicios financieros, principalmente de los estratos más bajos, sigue siendo parte de los grandes desafíos dentro de la economía paraguaya. De acuerdo al Banco Mundial, la inclusión financiera se refiere al acceso que tienen las personas y las empresas a una variedad de productos y servicios financieros útiles y asequibles que satisfacen sus necesidades como pagos y transferencias, ahorro, seguros y crédito y que son prestados de una manera responsable y sostenible. 

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En Paraguay, en los últimos años se ha avanzado hacia la bancarización, pero aún queda mucho por hacer para alcanzar el promedio de la región, es decir, del 39% de los adultos. 

En ese sentido, solo el 29% de los adultos del país tiene una cuenta habilitada en una institución financiera formal, es decir, 5 de cada 10 adultos no utiliza ningún tipo de servicio financiero. En tanto que 3 de cada 10 no tiene una cuenta en una institución financiera formal, según los datos recabados por la Encuesta de Inclusión Financiera. 

El porcentaje general ubica a Paraguay por encima de El Salvador (14%), Nicaragua (14%), Perú (20%), además de Honduras (21%) y Haití (22%). La bancarización en Paraguay también se encuentra escalones más adelante que Guatemala (22%), Uruguay (24%), Panamá (25%), así como de México (27%) y Bolivia (28%). 

Según datos de organismos internacionales, unos 2.000 millones de adultos a nivel mundial no poseen una cuenta básica. El 59% argumentó la falta de dinero, así como otros obstáculos para abrir una cuenta como la distancia del proveedor de servicios financieros, la falta de documentación necesaria, la desconfianza en los proveedores y la religión. Además, 200 millones de microempresas y pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), formales e informales, en las economías emergentes, carecen del financiamiento adecuado, siendo las razones, la falta de una garantía, un historial crediticio y la existencia de negocios informales. 

El Banco Mundial también reveló que algunos grupos están más excluidos que otros en términos financieros como las mujeres, los pobres en zonas rurales y otras poblaciones distantes o de difícil acceso, además de las microempresas y las pequeñas empresas informales. 

Dentro del índice de progreso de inclusión financiera, medido por el “Microscopio Global” y realizado por The Economist Intelligence Unit, Paraguay con 55 puntos, comparte el puesto 15 con Indonesia, Marruecos y Nicaragua, mientras que en comparación a los países de América Latina y el Caribe, el país se ubica en el séptimo lugar entre los 20 países considerados. 

El máximo puntaje logrado por un país en el 2016 fue de 89 y el mínimo 22, por lo que si se consideran estos números, los puntos obtenidos por Paraguay marcan un avance en inclusión financiera. 

El indicador puntúa el progreso de 55 países en la implementación de leyes y reglamentaciones que mejoran y apoyan el acceso a productos y servicios financieros para las poblaciones de bajos ingresos, asignando una calificación máxima de 100 a los países con mejores sistemas de inclusión financiera. 

Si bien Paraguay ha venido avanzando en el proceso de incluir más personas al sistema financiero, los datos revelan que existe aún un alto porcentaje de la población que no tiene acceso a servicios financieros básicos, por lo que es necesario seguir empujando políticas que permitan el ingreso de personas al circuito financiero nacional.

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