Tiroteo en estadio de Pedro Juan Caballero

El tiroteo ocurrido el 8 de octubre del año pasado en el estadio del club 2 de Mayo de Pedro Juan Caballero, que fue motivo de comentario casi a nivel mundial, por el nivel de violencia en nuestro país, irremediablemente va camino a la impunidad, ya que todos los principales responsables, de a poco, van quedando en libertad.

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El inconcebible acto de violencia se produjo en los primeros minutos del partido que disputaban Olimpia y Sol de América por el campeonato Clausura del año pasado. De hecho, el encuentro tuvo que ser suspendido debido a los graves incidentes que se desataron en las gradas.

Para colmo, aquel partido marcaba el regreso de la pasión del fútbol profesional a Pedro Juan Caballero, cuyo público se quedó con las ganas de disfrutar del espectáculo por culpa de los miembros de la barra brava de Olimpia que se enfrentaron entre sí, con revólver, puñales y piedras.

Según la Policía, el autor de esos disparos, que dejaron varios heridos, fue Fernando Rubén Ayala Barrios, de 24 años. Como evidencia, los agentes presentaron las imágenes de las cámaras de seguridad del estadio, así como los testimonios de varios de los afectados.

Sin embargo, el supuesto tirador pudo escapar de la ciudad, no como los otros 400 barrabravas cuyos colectivos fueron acorralados y atacados por una turba de pedrojuaninos furiosos, que obligaron a la Policía local a acoger en su cuartel a los inadaptados olimpistas.

Las fotografías de ABC Color y de los otros medios que cubrieron el fallido espectáculo deportivo, a su vez, fueron claves para identificar a otros criminales disfrazados de hinchas, que portaban puñales y otros objetos punzantes en medio de los enfrentamientos que espantaron a las centenares de familias que fueron para ver, principalmente, al club Olimpia, uno de los más grandes del país.

De hecho, los portadores de los puñales fueron detenidos y encarcelados, con otras decenas de reincidentes.

Sin embargo, casi todos ya están libres nuevamente, sujetos a algunas medidas, pero en las calles, que es justamente donde ya no deberían estar.

Solo 28 días encerrado

El supuesto tirador, Fernando Rubén Ayala Barrios, finalmente pudo ser capturado el 3 de enero pasado, pero estuvo en la cárcel de Emboscada apenas 28 días, ya que salió el 31 de enero, justo en el último día de la feria judicial.

Llamativamente, las víctimas del ataque, que inicialmente reconocieron a Fernando, esta vez supuestamente ya no se animaron a reconocerlo. Es decir, se debilitaron los argumentos en su contra. 

Así, la defensa del barrabrava pidió el cambio de calificación de la causa, en la que Fernando estaba imputado por seis hechos punibles, entre ellos tentativa de homicidio y lesión graves, que son considerados crímenes y no son pasibles de medidas alternativas. Con la exclusión de estas figuras, el joven quedó procesado solamente por otros delitos menores que sí contemplan salidas procesales más benignas, como la libertad ambulatoria, que es lo que al final sucedió.

Casi todos ya salieron en libertad

La mayoría de los 400 detenidos por los graves incidentes en el estadio del club 2 de Mayo de Pedro Juan Caballero ya fueron liberados nuevamente y reposan en sus casas o acuden nuevamente a los partidos de Olimpia.

Uno de los pocos que siguen preso es Allan Paolo Paredes Roa, de 29 años, alias “Ñeñe”, quien cayó el 6 de diciembre pasado en la capital del país.

Este fue señalado de haber iniciado la pelea que precedió al tiroteo en el estadio de fútbol.

El fiscal Gabriel Segovia confirmó a ABC Color que sus abogados presentaron un recurso para intentar conseguir la libertad, pero que después retiraron nuevamente los documentos.

Allan, por haber supuestamente iniciado la pelea, y Fernando Rubén Ayala Barrios, por haber supuestamente efectuado los disparos en las gradas, fueron los principales implicados en el bochornoso caso, que tuvo amplia repercusión, incluso a nivel internacional, debido a que fue un hecho prácticamente inédito en el que los integrantes de las hinchadas introducen armas y se atacan con ellas.

Dos causas 

Fernando, quien salió libre el 31 de enero, consiguió el levantamiento de su prisión preventiva en las dos causas que soportaba, una por el tiroteo en Pedro Juan Caballero, y la otra por un supuesto asalto ocurrido en diciembre de 2016, en Fernando de la Mora.

Sobre este último proceso, el abogado del barrabrava, Leonardo Garófalo, contó que tuvieron que pagar G. 20 millones a la familia del denunciante, “no porque sea culpable, sino para que se terminara ya el caso”, de acuerdo con las expresiones del letrado.

Justamente, esa causa originada en Fernando de la Mora fue un motivo de crisis en la Fiscalía, ya que el barrabrava de Olimpia fue imputado inicialmente por la fiscala Casse Giménez, por robo agravado y trasgresión a la ley de armas. 

Posteriormente, la causa fue asignada a la fiscala Karina Giménez, quien rectificó la imputación de su colega y dejó en pie solo la figura de trasgresión a la ley de armas, con lo que Fernando Rubén Ayala resultó favorecido en la obtención de arresto domiciliario y, posteriormente, libertad ambulatoria.

Supuestamente, la maniobra para favorecer al barrabrava fue ordenada por el entonces fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón (actualmente con permiso), ya que Fernando es amigo de uno de sus hijos.

La imputación contra el barrabrava desató un abierto enfrentamiento entre las fiscalas Casse Giménez y Karina Giménez que llegó incluso al Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, desde donde se filtraron después los escandalosos audios que revelaron cómo se manejaba la justicia en Paraguay.

ileguizamon@abc.com.py

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