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La mujer se encontraba prófuga y declarada en rebeldía desde el miércoles 22 de febrero de este año, cuando agentes especiales de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) allanaron su vivienda ubicada a la altura de 42ª Proyectada y Antequera, en la zona baja del barrio Santa Ana, en Asunción.
En aquella ocasión, los antidrogas hallaron varios “moñitos” de crack en la vivienda, aunque la sospechosa no fue localizada. De este modo, Peralta también estaba violando una medida de prisión domiciliaria, dictada luego de haber sido detenida el 8 de noviembre de 2011 en una megaoperación del departamento Antinarcóticos de la Policía.
Durante dicho procedimiento, los uniformados hallaron más de G. 20 millones en efectivo y un kilo de crack, ocultos en bolsas de hule, en un sector de la laguna del Bañado Sur.
Armando Javier Rotela Ayala
Este operativo se cumplió detrás de la casa del convicto Armando Javier Rotela Ayala (30), líder de una red dedicada a la distribución de la droga en los clubes y centros nocturnos de la capital y considerado hasta ese momento el “zar de las drogas”.
Rotela, a su vez, fue capturado el 29 de julio de 2011, también en el Bañado Sur.
El dato más llamativo del operativo fue el hallazgo de tres cajitas que contenían cocaína y estaban etiquetadas con los nombres de los locales nocturnos “Face’s”, “Brunetto” y el “Britania Pub”, como así también de los destinatarios de la “mercancía”, lo que permitió conocer la nueva modalidad de “delivery” de crack.
Carlos Javier Ortola
La detenida Alicia Concepción Peralta es pareja de otro conocido traficante del Bañado Sur, Carlos Javier Ortola (25), arrestado por la Policía el 24 de mayo de 2011, en 41ª Proyectada y Antequera.
Este joven era considerado el brazo derecho de Rotela, ya que era el encargado de colocar la droga que producía la banda y de asegurarse de que los envíos llegaran a destino, así como del cobro del dinero por la venta.
Niños
Cuando Alicia Concepción Petalta seguía en libertad, obviamente no podía moverse con facilidad debido al constante acoso de los antidrogas. Pero de todos modos, Armando Javier Rotela y Carlos Javier Ortola se las ingeniaron para seguir manejando desde prisión el rentable negocio de microtráfico.
Los distribuidores no dudaron en utilizar hasta a niños para transportar la mercancía a destino. Como ejemplo, vale citar el caso de una menor de 12 años, hija de Rotela, quien fue atrapada el 3 de agosto de 2011 cuando llevaba en una mochila un paquete de crack que debía entregar a un guardiacárcel de Tacumbú, para que este se lo diera a Rotela y así volver a comercializar la sustancia dentro de la población penal.
En repetidas ocasiones, los delincuentes utilizaron a menores para inundar de droga nuestras calles, burlando cualquier operativo de la Senad y la Policía. Lo único que queda claro ahora es que será solo cuestión de tiempo conocer quién será el nuevo “gerente” del negocio de “delivery” de crack, ya que pese a los constantes operativos, no hay aún una política de lucha frontal contra este flagelo que va consumiendo a los jóvenes.