Adiós, caos

La industria de la Organización Profesional de Espacios nació a principios de los años 80, en los Estados Unidos, en respuesta a la acumulación excesiva del consumismo americano. Algunas personas con habilidades para el orden comenzaron a trabajar como “organizadores”, ofreciendo soluciones centradas en los diferentes rincones del hogar. Con el tiempo, y en busca de reconocimiento hacia dicha profesión, surgió la Asociación Nacional de Organizadores Profesionales (NAPO), la cual respalda a más de 4000 representantes en todo el mundo. El professional organizer es un experto que organiza el espacio en hogares y oficinas con el fin de aumentar el bienestar, la comodidad, productividad, rapidez y economía. Consigue el equilibrio y la armonía entre las personas, sus pertenencias y el espacio en el que viven o trabajan, teniendo en cuenta cada estilo.

Según Sonia Gamarra –organizadora profesional de espacios de residencia y oficina, y entrenadora de trabajadoras domésticas certificada por la empresa brasileña OZ! Organize sua vida, asociada a NAPO–, en nuestro país muchas personas desconocen la existencia de estas profesiones tan útiles y necesarias. “Al igual que existen entrenadores que ayudan a mejorar el aspecto físico y nutricionistas que proporcionan la dieta ideal para cada persona, también se encuentran los organizadores personales que guían y educan a los clientes acerca de los principios básicos de la organización. Trabajé 30 años como fisioterapeuta, pero luego de padecer una enfermedad abandoné mi profesión. Recuerdo que una amiga brasileña me comentó acerca de esta actividad y me aseguró que encajaba a la perfección con mi personalidad. Investigué al respecto y realicé un taller vía online en el que conocí a varios organizadores profesionales. Me sedujo tanto que el año pasado viajé a Curitiba para asistir a un curso dictado por Irene Loureiro, una reconocida professional organizer con experiencia en la formación. El entrenamiento fue teórico y práctico, y culminamos en una semana. Aprendimos acerca de las diferentes metodologías para capacitar a los clientes”, explica Gamarra. El objetivo de este oficio es facilitar las herramientas necesarias para disfrutar de un hogar que respire simplicidad y serenidad, y un área de trabajo que propicie la creatividad y productividad. El trabajo consiste en una previa reunión con el cliente, en la que se obtienen las pautas para saber qué hacer, cómo empezar y qué sector arreglar. Se analiza la situación, diseña la estrategia y soluciona el problema. Durante el proceso, que puede durar entre tres a seis días, dependiendo de los sectores que se elijan; todo se efectúa bajo el respeto, confidencialidad y empatía. “Por lo general, no trabajamos más de seis horas en un hogar, porque consideramos importante la privacidad de la familia. Dividimos entonces las tareas, tres horas por la mañana y tres horas por la tarde. No solo acomodamos los elementos estéticamente, sino que estructuramos los espacios y creamos un sistema de funcionalidad que facilite el día a día. Si es necesario, ofrecemos al cliente los materiales de organización que con ayuda de mi marido elaboramos. Luego de un mes de poner en práctica este método hacemos una visita de mantenimiento para verificar si aplicaron el cambio a sus vidas”, comenta la entendida. 

 Videos prácticos

OZ! Organize sua vida, en su portal www.organizesuavida.com.br y página de Facebook, ofrece a los usuarios de internet una amplia variedad de artículos, videos y muchas otras características para facilitar el día de la organización en el hogar y las empresas, de manera a lograr una mayor productividad y racionalización del tiempo y espacio. En ambas páginas existe la opción de traducir al español para que la navegación sea inteligible.

dbattilana@abc.com.py

Fotos Gustavo Báez