Por una educación virtual, pero con cerebro (2)

Motivar a los alumnos a participar activamente de las clases virtuales es, hoy en día, uno de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos en nuestra labor pedagógica. En esta titánica tarea, echar mano de algunas recomendaciones y principios de la neuroeducación podría ser de gran ayuda. Sigamos aprendiendo.

Por una educación virtual, pero con cerebro (2)
Por una educación virtual, pero con cerebro (2)Archivo, ABC Color

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Siete principios básicos de neuroeducación en el aula (2)

5. Es clave cooperar, dialogar y compartir para aprender

Las experiencias cotidianas nos permiten interactuar y conectarnos con los demás a través de las expresiones faciales, la mirada o el contacto físico.

Una estrategia muy útil en el aula es cuando un alumno no comprende la explicación del profesor, recurrimos a un compañero, que sí lo ha entendido, que se lo explique. En muchas ocasiones, el alumno que acaba de aprender algo conoce las dificultades que ha tenido para hacerlo mejor incluso que el propio profesor. Esta situación en la que los alumnos se convierten en profesores de otros –tutoría entre iguales– beneficia el aprendizaje de todos ellos. Y es que desde el nacimiento estamos programados para aprender a través de la imitación y la interacción. Nuestro cerebro es social. En la enseñanza virtual una estrategia de la que podríamos valernos sería la creación de salas grupales con tutores asignados durante las sesiones

online dependiendo de la aplicación de videoconferencia disponible.

6. Desarrollar las funciones ejecutivas en el aula

Estas funciones tan importantes para la vida cotidiana están vinculadas al proceso madurativo de la corteza prefrontal y resultan imprescindibles para el éxito académico y el bienetar personal del estudiante. Las funciones ejecutivas que la gran mayoría de los investigadores considera como básicas son el control inhibitorio, la memoria de trabajo y la flexibilidad cognitiva, las cuales permiten desarrollar otras funciones complejas, como el razonamiento, la resolución de problemas y la planificación.

Existen diferentes formas de entrenar directamente las funciones ejecutivas, como puede ser a través de programas informáticos, de ejercicio físico, de educación emocional o promoviendo el bilingüismo en la infancia. Seguramente el entrenamiento puramente cognitivo no sea la forma idónea de mejorar la cognición. El éxito académico y personal requiere atender las necesidades sociales, emocionales y físicas de los niños. En este sentido, acercarnos a la realidad, a los intereses de los alumnos, junto a un enfoque lúdico es fundamental durante las clases virtuales en tiempos reales o asincrónicos.

7. La mirada, el vínculo y la expectativa del maestro condiciona el aprendizaje de los estudiantes

Hoy más que nunca el éxito y el progreso requieren trabajar en equipo, saber comunicarse, empatizar, controlar los impulsos o establecer relaciones adecuadas. Para todo ello se necesita una buena educación emocional (en la que tiene que participar toda la comunidad, a pesar del distanciamiento físico), aquella que mediante un proceso continuo nos permite potenciar toda una serie de competencias emocionales y sociales básicas que no han de sustituir a las cognitivas, sino que las han de complementar. Si entendemos la educación como un proceso de aprendizaje para la vida, los programas de educación emocional resultan imprescindibles, porque contribuyen al bienestar personal y social e inciden positivamente en el rendimiento del alumno.

Ejercitario n.o 32

Completa el organizador gráfico con los seis principios que consideres más importantes en la aplicación de la neuroeducación en el aula virtual.

Fuente: SIGMAN, M. 2018. Consejos para conocer nuestras formas de aprender.

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