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Una rutina del pensamiento es una estructura sencilla que facilita a nuestros estudiantes a organizar y visibilizar sus pensamientos. Estas rutinas:
a. Son fácilmente aplicables.
b. Ayudan al estudiante a ejercer autocontrol.
c. Aumentan la autonomía en el aprendizaje.
d. Son aplicables a cualquier edad.
En la bibliografía de Ron Richhart, Mark Church, Karin Morrinson y Gardner en su libro Making Thinking Visible (Hacer visible el pensamiento) se clasifican las rutinas de pensamiento en torno a los procesos claves en el desarrollo y aprendizaje de un tema en clase: rutinas para introducir y explorar ideas, sintetizar y organizar ideas y profundizar en las ideas.
Rutinas para introducir y explorar ideas
1. Iniciar con preguntas
¿Para qué?
Brinda a los estudiantes la oportunidad de practicar el desarrollo de buenas preguntas que provocan el pensamiento y la indagación sobre un tema. También a intercambiar ideas sobre diferentes tipos de preguntas sobre un tema.
¿Cómo?
1. Haz una lista de por lo menos doce preguntas sobre el tema, concepto u objeto. Utiliza estos que te ayuden a pensar en preguntas interesantes: ¿Por qué...? ¿Cuál es el propósito de...? ¿Si supiéramos...? ¿Cuáles son las razones...? ¿Cómo sería diferente si...? ¿Qué cambiaría si...? ¿Qué tal si...? ¿Supón que...? Este paso puede ser en forma individual.
2. Revisa la lista de preguntas y destaca las que te parecen más interesantes. Luego, selecciona una o más de las destacadas para discutir sobre ellas brevemente. Aquí se puede trabajar en forma dual.
3. Reflexiona. ¿Qué nuevas ideas tienes sobre el tema, concepto u objeto que no tenías antes? Se termina trabajando con el grupo completo.
Los cuatro puntos cardinales
¿Para qué?
Ayuda a desarrollar una idea, concretar puntos de partida y evaluar los mismos.
Se comienza con toda la clase, para que comprendan a qué se llega con ella y lo que se pide en cada paso. Se empieza por los puntos positivos, posteriormente a lo que preocupa y lo que necesitan saber y, finalmente, se reflexiona sobre su punto de partida o su punto de apoyo.
¿Cómo?
- Proponer una idea o un tema.
- Presentar un organizador gráfico de la rutina.
- Repartir a los alumnos el organizador gráfico para que lo puedan completar.
- Poner en común el resultado.
