“Estábamos seguros de que íbamos a morir”

Mirian Vera viajó a San José de los Arroyos, su ciudad natal, a pasar el feriado en la casa de sus padres. Lo que no se imaginó es que al final del domingo no podría regresar a Asunción debido al temporal que ese día dejó a 30.000 paraguayos afectados.

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“Fue horrible, estaba con mi hija y toda mi familia; la casa de mamá se fue la mitad. Solo clamar por nuestras vidas nos quedó. Fue una pesadilla, aún estamos choqueados”, cuenta Mirian Vera Barrientos al describir lo que vivió el pasado domingo 1 de octubre en la ciudad de San José de los Arroyos, Caaguazú, con un temporal que descargó toda su furia en los departamentos de Caaguazú, Cordillera, Alto Paraná y Amambay. Se reportaron dos muertos y 30.000 damnificados en todo el país.

“Cuando caían las casas y veíamos volar todo, estábamos seguros de que íbamos a morir, pero gracias a Dios paró. Creo que un minuto más y ya no hubiésemos quedado para contar la historia”, señala con cierta inquietud cuando relata lo ocurrido.

La casa de sus padres está ubicada en Arazape de San José de los Arroyos, donde se encontraban todos los familiares aprovechando el fin de semana largo, por el feriado móvil que pasó al lunes.

“Todo fue devastado. Yo vi algunas publicaciones de los medios, pero solo con imágenes de la ciudad, por las compañías muchas familias quedaron sin nada. Hasta ahora no puedo comunicarme con mi familia, no hay comunicación”, prosigue el testimonio.

Lamentó que ningún aviso meterorológico haya alertado sobre la fuerza con que los vientos llegarían. Ya en una evaluación posterior se determinó que los vientos en Caaguazú llegaron a casi 140 km/h. Los avisos alertaban sobre ráfagas “mayores a 80 km/h”.

Mirian dice estar segura de que lo del lunes como mínimo fue un tornado. “Hace poco yo seguía todo lo de 'Irma' y 'María' por CNN, pero jamás imaginé que en unos días íbamos a vivir lo mismo. Estuve siguiendo todo muy de cerca lo de los huracanes y puedo diferenciar una tormenta normal de un tipo tornado”, refiere.

Envía varios videos captados en la ciudad y los describe: “Así empezó todo. Esto fue antes de que lloviera, primero fueron vientos fuertes. Yo estimo 150 km por hora como mínimo; luego, ese mismo viento llegó con más furia y con lluvia. No se veía nada; solo el ruido de lo que creímos era el fin del mundo. “Veía cómo torcía el árbol como fruta en una licuadora y luego lo arrancaba”, grafica.

Rescata que luego de todo esto se hayan dado grandes muestras de solidaridad hacia sus compueblanos con eventos de solidaridad para ayudarlos en las pérdidas que tuvieron. “Mañana de tarde voy de vuelta. Mis hermanos quedaron a reconstruir la casa de mamá. Ahí entre vecinos se están ayudando todos”.

En un posteo en su Facebook, Mirian describía lo que pudo ver el martes de mañana, tras el temporal, con palabras que visiblemente notan su conmoción por lo que le tocó vivir en su pueblo y el de su familia, y luego ver todo destruido. Lo tituló como “El día después”.

El amanecer del día después de la tormenta fue de lo más gris. Salimos a recorrer parte de Arazape, pasamos por Mandiho hasta llegar al pueblo de San José de los Arroyos; todo era triste, parecía que todos callaban, que todos habían quedado mudos, y no fue para menos, en segundos vimos nuestras vidas pasar y veíamos como los techos volaban desprendidos por la furia del viento.

Por todos lados solo se escuchaba el sonido de las motocierras y martillazos de gente clavando techos o colocando restos de maderas. Todo estaba en calma, los autos que pasaban por la ciudad, quizás en señal de respeto o por simple curiosidad, disminuían la velocidad y esa lentitud que dejaba entrever una fila interminable de vehículos, daba un aspecto más lúgubre a la ciudad.

En algunas viviendas donde llegamos no quedaron nada, solo llantos y abrazos de consuelos y la dicha de seguir con vida. La ciudad está golpeada, su gente está shokeada, pero la solidaridad y la hermandad entre los Sanjosianos se siente y estoy segura que entre todos nos daremos la mano para reponer de apoco las casas y todo lo demás”.

El departamento de Caaguazú fue declarado en emergencia para asistir con urgencia a los damnificados por el temporal del domingo. Hasta ayer se reportaron 2.187 casas afectadas en diversos distritos del quinto departamento. También en el Congreso Nacional se obtuvo media sanción para un proyecto de declaración de emergencia para dicho departamento y los otro cuatro más afectados.

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