/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/FOCCND44VBEHHITK3MSEKSPE44.jpg)
Cargando...
Veronika Didusenko fue electa Miss Ucrania 2018. La bella joven de 23 venció a las demás competidoras y se ganó representar a su país en el certamen Miss Mundo, a realizarse en China, en diciembre. El reinado le duró muy poco. A días de ser elegida, los medios de prensa de su país descubrieron que estuvo casada y fruto de esta unión, tuvo un hijo, que ahora tiene 4 años.
Una vez que esta información salió a luz, los organizadores del evento descalificaron a la reina alegando que violó las reglas del competencia del país y también del Miss Mundo. Como resultado la beldad fue despojada de su título. Lo interesante de la historia de Didusenko es el debate que generó su destitución. En las redes sociales, los internautas que siguen estas competencias tomaron dos posturas: unos, acusan a la joven de mentir y no respetar lo estipulado en el reglamento de la competencia y otros, se decantaron por apoyarla alegando que esto se trata de una discriminación por parte de la organización hacia las mujeres casadas y más en específico, a las madres.
En su Instragram la exmiss manifestó “millones de mujeres solo pueden participar si no tienen hijos. En 2018 esto simplemente no es correcto. Esta discriminación por motivos de maternidad debe terminar". También declaró que muchas mujeres por participar de estas competencias postergan la posibilidad de ser madres y hasta se someten a abortos.
Su caso, se sumó a otros que aportan polémica en torno a los certámenes donde gobierna la discriminación y la intolerancia, más allá de las virtudes de las damas.
Ese es el caso de Miss España, que este año coronó a Ángela Ponce, una mujer transgénero, como joven más bella del país. La controversia fue general en relación a este tema, pues muchos missologos y reinas de belleza, afirmaron que las elecciones de misses son para “mujeres nacidas mujeres” mientras que otros aplaudieron a los organizadores españoles, quienes dieron una muestra de inclusión y sobre todo tolerancia, al galardonar a Ponce.
Por su parte la nueva Mis España, se inclinó por un discurso conciliador, una irrefutable muestra de la templanza que adquirió durante todos estos años en los que fue discriminada y acosada.
Paraguay, no es ajeno a polémicas en cuanto a elección de misses.
Este año, Leticia Díaz, quien fuera electa Miss Expo, renunció a su título a menos de 24 horas de ser electa. Según afirmaron los organizadores Diaz renunció por “motivos personales”, alegando que no podría cumplir con los compromisos contractuales que implica la investidura. Extraoficialmente trascendió que la misma dejó su título a pedido de la organización a quien no le gustó su participación previa en una producción para una publicación dirigida a caballeros.
En el 2015, Laura Garcete, quien fue erguida como Miss Universo Paraguay, fue destituida por quedar embarazada. Además de perder su corona, la miss se enfrentó a una demanda de incumplimiento de contrato por parte de la organización. Actualmente vive en España y es mamá de dos niños. A nivel nacional, los concursos de belleza han sido enormemente desprestigiados, especialmente por acciones de los organizadores, que se sirven de las competencias para embaucar a las participantes, haciéndolas invertir dinero para ganar el concurso, incluso imponiéndoles la venta de entradas para la noche de gala, cuyo incumplimiento es sancionado con multas y firma de pagarés.
Todas estas acciones son solo muestras de lo desfasados, anticuados y por sobre todo, discriminativos que son estos certámenes. La cosificación de la mujer en todas sus posibilidades, debería ser eliminada y con ella los certámenes que pretender validar a las mujeres solo por su apariencia.