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El legislador, presidente del Comité de Relaciones Exteriores en la Cámara Alta, junto con, entre otros, Marco Rubio, senador por Florida y el miembro de más alto rango del Subcomité sobre el Hemisferio Occidental, reintrodujeron la Ley de Protección de Mujeres y Niños de Centroamérica.
La propuesta legislativa, de la que también forman parte los senadores Susan Collins, Jeanne Shaheen, Todd Young, Chris Coons y Rob Portman, busca abordar la protección y seguridad de mujeres y menores en El Salvador, Honduras y Guatemala, así como aumentar su acceso a servicios de apoyo como sobrevivientes de violencia.
Un comunicado de la oficina de Menéndez detalla que el proyecto de ley permitirá mejorar "el desempeño, la voluntad y la capacidad de los funcionarios del sistema de justicia en Centroamérica" para así brindar una "respuesta coordinada, multidisciplinaria y centrada en las víctimas a los delitos de violencia contra mujeres y niños".
"No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras nuestros vecinos más cercanos sufren algunas de las tasas más altas de homicidio - y feminicidio - en el mundo, y persiste la impunidad por la horrible violencia contra las mujeres", dijo el senador demócrata.
Agregó que EEUU tiene un "imperativo moral y una responsabilidad fundamental" de abordar esa problemática, y, en ese sentido, el proyecto bipartidista permitirá "fortalecer los sistemas de justicia penal y la capacidad de los tribunales de familia para proteger a las víctimas, y promover la prevención y la detección temprana en entornos comunitarios y escolares".
A su turno, el senador Rubio destacó que, a través de pactos bilaterales, la iniciativa "proporcionaría recursos, capacitaciones y herramientas adicionales muy necesarios para las víctimas de la violencia en Centroamérica, que son predominantemente mujeres y niños".
Se trata, dijo, de "proteger a las sobrevivientes de agresión sexual, violencia doméstica, abuso y negligencia".
El proyecto de ley se presenta la misma semana en que la vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, realizó un viaje oficial a Guatemala y México donde abordó el problema de la crisis migratoria, una crisis protagonizada en gran medida por mujeres y niños centroamericanos que escapan de la violencia en sus países rumbo al norte.
Luego del duro mensaje que en ese viaje hizo a los posible migrantes, a quienes dijo enfática "No vengan", en una entrevista exclusiva que ofreció a Efe, Harris suavizó el discurso y recalcó que está "comprometida con garantizar que Estados Unidos proporcione un refugio seguro para quienes buscan asilo".