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Las autoridades sanitarias informaron de 3.689 nuevos contagios y 330 fallecidos, un nuevo máximo en la cifra diaria de muertos, lo que eleva el total a 306.354 casos, incluidos 10.061 decesos.
Sin embargo, grupos de médicos birmanos advierten de que los registros oficiales no reflejan la desastrosa realidad que vive el país debido al colapso del sistema sanitario y la limitada capacidad de realizar pruebas para detectar el virus.
Conforme a los últimos datos oficiales, casi el 30 % de las 12.394 pruebas realizadas el lunes dieron resultado positivo, lo que, según la red de médicos Myanmar Doctors For Human Rights Network, indica que el rebrote está fuera de control.
El suministro de oxígeno sanitario escasea entre la población, denuncian los doctores, al asegurar que los militares, que niegan la falta de abastecimiento, han emitido ordenes que prohíben la venta directa a los pacientes o familiares y acaparan los tanques.
La junta militar, que tomó el poder el 1 de febrero y aplacó con brutalidad a la disidencia, ha aprobado varios confinamientos en las ciudades más importantes del país, aunque las población persiste con las manifestaciones en rechazo a los golpistas.
El ministro birmano de Exteriores nombrado tras la asonada, Wunna Maung Lwin, agradeció este lunes durante una reunión virtual con sus homólogos de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático la ayuda brindada por los países del bloque para combatir la pandemia.
Aunque el canciller indicó que Birmania continúa "necesitando vacunas, equipamiento médico, apoyo tecnológico y asistencia humanitaria".
La crisis política en Birmania centra parte de las conversaciones que se celebran toda esta semana entre los ministros de la ASEAN, quienes hoy tienen previsto reunirse con sus homólogos de China, Japón y Corea del Sur.
El miércoles asistirá a la cita el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien tiene previsto abordar la crisis birmana en cada reunión en la que participe, indicó un portavoz del Departamento de Estado.
Blinken instará a la ASEAN a hacer cumplir el compromiso de cinco puntos de consenso alcanzado en abril con la junta militar birmana, entre los que se encuentra poner fin a la violencia contra los civiles y aceptar el nombramiento de un enviado especial que medie entre todas las partes, según el portavoz.
El líder de la junta militar, Min Aung Hlaing, prometió el domingo celebrar elecciones democráticas antes de agosto de 2023 y justificó la toma de poder por un supuesto fraude electoral en los comicios de noviembre, en los que arrasó el partido liderado por la nobel de la paz y derrocada líder birmana Aung San Suu Kyi, ahora detenida por los militares.