Las "Amalgamas" de Canogar llegan a EEUU para celebrar la historia del arte

Patricia de Arce Washington, 15 sep (EFE).- El artista español Daniel Canogar celebra la historia del arte en sus "Amalgamas" y con ellas ha viajado a Washington, para conmemorar con una pieza propia el centenario de la prestigiosa Colección Phillips y para reinterpretar también el trabajo con el que recordó los 200 años de El Prado.

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La Phillips, el primer museo de arte moderno que se abrió en Estados Unidos -en 1921-, ha elegido a Canogar para esta celebración y expone ya la "Amalgama Phillips", una proyección creada mediante un algoritmo que va uniendo y mostrando aleatoriamente 550 obras expuestas en el centro.

No muy lejos de allí, en la antigua residencia de la Embajada española en Washington, que alberga ahora su centro cultural, se proyecta ya "Amalgama Vórtice", una nueva versión de la instalación que hizo para El Prado.

Proyectada sobre el óculo de una de las salas principales de la antigua residencia de los embajadores españoles, "Amalgama Vórtice" va mostrando en círculo todas y cada una de las 900 obras de El Prado, que van desapareciendo mientras son "engullidas" en el centro de la imagen.

En esta ocasión, la obra no es igual que la que expuso la pinacoteca española en su fachada, donde los cuadros de El Prado se iban mostrando y desaparecían por los lados de la proyección.

"Es como un ojo que va absorbiendo la historia. Yo siempre pienso que la historia vive dentro de nosotros, y la historia del arte también, sobre todo para los artistas", dice a Efe Canogar, que describe su obra como el paso del cuadro material a una nueva concepción del arte como algo líquido que se transforma continuamente.

En el caso de la Colección Phillips, las imágenes se van fundiendo en una cascada tal y como explica el artista, quien recuerda que "nunca se ve la misma combinación a la vez". Cada imagen de las dos proyecciones es única e irrepetible.

Con las obras de Canogar se puede tener la suerte de presenciar al mismo tiempo una parte de "Las Meninas" de Velázquez y de "El jardín de las delicias" de El Bosco y segundos después admirar una de las "pinturas negras" de Goya junto a la "Anunciación" de Fra Angelico, como ocurre con la instalación del centro cultural español.

En la de la Colección Phillips, situada en la escalera principal del centro, las combinaciones son otras pero no menos admirables.

Canogar mezcla y hace desvanecerse obras reconocibles como "El almuerzo de los remeros" de Renoir, junto con bailarinas de Degas o piezas abstractas de Kandinsky, entre muchas otras.

Todas ellas aparecen y desaparecen en forma de una cascada infinita que no deja de cambiar y que se quedará para siempre en la Phillips, que la ha comprado para su colección permanente.

En este caso, además, Canogar se ha comprometido a ir introduciendo cada año en su algoritmo las nuevas obras que el museo de Washington vaya adquiriendo. Para que todo el patrimonio artístico que se expone se pueda localizar en la proyección del español.

Un arte generativo, como lo define este artista de padre español y madre estadounidense, que trata de adaptarse a los tiempos que vivimos.

Porque para Canogar ha cambiado, y mucho, la forma en la que vemos el arte, la forma en la que nos acercamos a la cultura. La cantidad ingente de información, la prisa, las redes sociales, todo afecta sobremanera a nuestra apreciación de la cultura.

Él trata de aceptar esa nueva realidad. Pero también, explica, se sirve de la forma en la que aprendió a apreciar el arte, visitando en España museos, iglesias, colecciones pictóricas o frescos.

Todo para crear estas dos piezas que, cada una a su manera, celebran dos grandes colecciones artísticas.

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