UE vigila que no continúe flujo intencionado migrantes de Rusia a Bielorrusia

La Unión Europea vigila que el flujo de migrantes que llegan a Bielorrusia, y que el régimen de Alexandr Lukashenko “instrumentaliza” contra la frontera de la UE, no proceda ahora de Rusia después de haberlo detenido desde países de Oriente Medio.

Migrantes descansan en una instalación industrial cerca de Bruzgi, en la frontera entre Bielorrusia y Polonia.
Migrantes descansan en una instalación industrial cerca de Bruzgi, en la frontera entre Bielorrusia y Polonia.MAXIM GUCHEK / BelTA / HANDOUT

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“Rusia está entre los países que están siendo vigilados por el potencial mal uso, por la continuación de estas prácticas ilegales”, indicaron este viernes fuentes comunitarias, que destacaron que centran sus esfuerzos en “detener los flujos de personas hacia Bielorrusia”.

En cualquier caso, otras fuentes indicaron que, por el momento, ha habido “ocasionalmente” migrantes que han llegado a Bielorrusia desde Rusia pero que no tienen información sobre que haya habido “grupos más grandes”.

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Bruselas acusa a Minsk de orquestar el traslado de esas personas para fomentar su entrada irregular en la UE, a fin de ejercer presión política.

Las fuentes volvieron a pedir a Bielorrusia que permita el acceso de agencias humanitarias para que puedan prestar asistencia urgente a los “entre 2.000 y 3.000” migrantes que se calcula tratan de cruzar la frontera desde ese país a la UE y se encuentran en situación precaria afrontando una climatología invernal.

“Cada día oímos que se traslada a gente de la frontera al interior” de Bielorrusia, indicaron, insistiendo en que por esa razón el régimen de Lukashenko debe conceder acceso a esas organizaciones, que deben evaluar sobre el terreno las necesidades particulares de los migrantes.

Desde el punto de vista de la UE, es “muy pronto para hablar de desescalada” en esta situación, ya que cree que “solo se han dado pasos menores”, entre los que las fuentes europeas destacaron la repatriación en las líneas aéreas iraquíes de unos 400 migrantes de Minsk a Bagdad.

Las fuentes recalcaron que están “muy preocupados” por la situación en la frontera de Bielorrusia, que delimita con los países comunitarios Polonia, Lituania y Letonia.

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“Es una crisis artificial creada por un Estado. Pedimos a Lukashenko que la detenga y la resuelva. Pero también es una crisis humanitaria”, dijeron las fuentes comunitarias.

La Comisión Europea anunció esta semana que destinará 700.000 euros a las organizaciones humanitarias que tratan de prestar ayuda a los migrantes, pero las fuentes lamentaron que “aún no haya confirmación” de que las agencias hayan podido “recibir acceso sin impedimentos”.

Los migrantes que se concentran en la frontera entre Bielorrusia y Polonia se han alejado del puesto de control Bruzgui-Kuznitsa y refugiado en una nave industrial abierta por el régimen de Lukashenko, en lo que el autoritario líder bielorruso considera una medida para “aliviar” la tensión con la Unión Europea.

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En cambio, la Guardia Fronteriza de Polonia continúa informando de intentos de cruces.

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