Esta medida de fuerza se suma a las convocadas este mes por otros sectores en demanda de mejoras laborales para hacer frente al fuerte incremento del coste de la vida en el Reino Unido, donde la inflación se situó en noviembre en el 10,7 %.
"El sistema estará hoy bajo una presión muy fuerte. Le estamos diciendo al público que ejerza su sentido común en cuanto a las actividades que realizan, teniendo en cuenta las presiones que hay sobre el sistema", declaró Barclay a la cadena Sky News.
En esta medida de fuerza, habrá servicios mínimos para atender llamadas de emergencias consideradas de "categoría uno", en las que un paciente tiene un inmediato riesgo de muerte.
Las autoridades han pedido a la población que, en caso de asistencia urgente, que primero lo haga a través del servicio de emergencia por internet y evite hacer la llamada telefónica, y también evite viajes en coche que no sean necesarios y algunas actividades deportivas.
Unos 750 miembros de las fuerzas armadas serán desplegados este miércoles para prestar ayuda, si bien se estima que sus labores serán limitadas, ya que no podrán facilitar asistencia médica.
El paro de los trabajadores de ambulancias sigue a la medida de fuerza que miles de enfermeros en el Reino Unido secundaron el martes, también en demanda de mejoras laborales.