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Venezuela fue suspendida del bloque sudamericano en 2017, en aplicación del Protocolo de Ushuaia, hasta que “se verifique el pleno restablecimiento del orden democrático” en el país caribeño.
“La suspensión de Venezuela fue aplicada en función de las acciones del gobierno de Nicolás Maduro y es un llamado para el inmediato inicio de un proceso de transición política y restauración del orden democrático”, explicaba el comunicado suscrito en 2017, tras una reunión de los cancilleres de Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay, en São Paulo.
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Para llegar a la suspensión, según el protocolo, es necesario el consenso de todos los miembros deliberantes lo cual ocurrió en aquel entonces.
En enero de 2019, el presidente paraguayo Mario Abdo Benítez anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con el opresivo gobierno venezolano de Nicolás Maduro.
El mandatario paraguayo había fundamentado su decisión en el “no reconocimiento” del mandato presidencial de Maduro (2019-2025).
Esto podría dificultar el regreso de Caracas al Mercosur.
Y el que ya adelantó una postura en la Cumbre de la Celac es Uruguay. Luis Lacalle Pou expresó su visión contraria al reingreso de Venezuela al Mercosur, según publicó AFP.
En este comienzo de 2023, bajo la presidencia pro tempore de Argentina y ya con Lula en el Ejecutivo de Brasil, el fortalecimiento del Mercosur pasóa a ser un punto crucial en las relaciones entre los cuatro socios del bloque comercial, que además podría estudiar la incorporación de Bolivia como miembro de pleno derecho, publicó EFE.
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