Esta inversión busca dotar de mayor alcance y capacidades destructivas al existente misil KTSSM, un proyectil tierra-tierra cuyo objetivo es destruir objetivos que se encuentren bajo tierra, como por ejemplo piezas de artillería situadas dentro de túneles, según un portavoz de la Administración del Programa de Adqusición de Defensa (DAPA por sus siglas en inglés) citado por Yonhap.
El actual misil tiene unos 180 kilómetros de alcance, un rango que se podría ver ampliado por encima de los 300 kilómetros, según los expertos.
El nuevo KTSSM-II estaría listo para finales de 2027, indicó el citado portavoz, que afirmó que varias compañías surcoreanas del sector de defensa están involucradas en la producción de prototipos.
El desarrollo del primer KTSSM se decidió después del ataque norcoreano sobre la isla surcoreana de Yeongpyeong, en el mar Amarillo, que sucedió el 23 de noviembre de 2010 poco después de que la Marina surcoreana realizara unos ejercicios con fuego real cerca de aguas disputadas.
El ataque, realizado con más de 100 rondas de artillería, costó la vida a dos civiles y a dos militares surcoreanos.