Iveta Daine, una portavoz de la Agencia Estatal de Seguridad Social de Letonia (VSAA), confirmó a EFE que en el tercer trimestre de 2023 un total de 10.474 beneficiarios de pensiones rusas pueden enfrentarse a retrasos en los cobros ya que las autoridades rusas no han transferido los fondos correspondientes.
De acuerdo con un acuerdo interestatal, la VSAA recibe y distribuye las pensiones rusas que se pagan a beneficiarios residentes en Letonia.
Según unos pagos promedio de 133,72 euros por jubilado en el segundo trimestre, se calcula que la suma total adeudada en el tercer trimestre es de 4,13 millones de euros.
"Si el retraso en los pagos de las pensiones de la Federación Rusa ha causado problemas a los beneficiarios a la hora de cubrir sus necesidades de la vida diaria, el Ministerio del Bienestar les anima a pedir ayuda a los servicios sociales de su municipio", declaró la VSAA en un comunicado.
Muchos de los ciudadanos rusos residentes en Letonia de mayor edad son mujeres que tras la disolución de la Unión Soviética eligieron la nacionalidad rusa para poder acceder a la jubilación a los 55 años.
Precisamente este grupo de edad más avanzada se enfrenta ahora a la pérdida de sus permisos de residencia y posible repatriación a Rusia si no aprueban un examen de lengua letona, aunque se ha concedido un periodo de gracia de dos años a quienes lo han suspendido para mejorar sus conocimientos.
La cuestión de los "jubilados rusos" se ha convertido estos días en las redes sociales en un símbolo de los problemas étnicos en el país báltico.
Algunos usuarios destacan que estos jubilados eran treintañeros cuando Letonia recuperó su independencia y han tenido desde entonces 32 años para adquirir conocimientos de la lengua oficial.
Otros por el contrario han señalado que repatriar a personas de edad avanzada con una capacidad cognitiva limitada para aprender un idioma nuevo sería cruel e inhumano.