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El conservador Partido Nacional se impuso en esas elecciones a los Laboristas, hasta ahora en el poder, pero necesita el apoyo de los nacionalistas de NZ First y de la formación de derecha liberal Asociación de Consumidores y Contribuyentes (ACT, siglas en inglés) para asegurar la mayoría en el Parlamento y formar un gobierno de coalición.
En declaraciones a los periodistas en Auckland, Luxon dijo hoy que las tres formaciones políticas han llegado a un principio de acuerdo respecto a sus programas políticos y ahora negocian puestos ministeriales.
"Hemos logrado un hito importante de la noche a la mañana y, en realidad, hemos cerrado y acordado programas de políticas tanto con ACT como con New Zealand First, eso es un logro importante", dijo el primer ministro electo, según recogela emisora pública Radio New Zealand.
Tras los comicios del pasado mes, el Partido Nacional obtuvo 48 de los 122 escaños en el Parlamento de Wellington, en tanto que la ACT logró 11 asientos y el NZ First se alzó con 8 .
De sellarse la triple alianza, los salientes laboristas, que lograron 34 escaños, quedarían en la oposición, junto a sus aliados tradicionales, el Partido Verde y el Maorí, que se alzaron con 15 y 6 asientos, respectivamente.
Luxon detalló hoy que los representantes de los partidos han mantenido reuniones durante la semana pasada para "hablar sobre sus principales prioridades", mientras que este lunes "continuaron esas conversaciones para asegurarse de que ambos puedan firmar los programas de políticas y agendas acordadas individualmente".
Sin embargo, no hubo confirmación inmediata de ese incipiente acuerdo por parte de ACT o de NZ First, cuyo líder Winston Peters se negó a dar más detalles y afirmó que las conversaciones para acordar un plan político están en las "etapas finales".
"Hay que llegar a un acuerdo. Hay que formar un gobierno y ponerse en marcha. Y no estamos muy lejos de lograrlo", afirmó a los periodistas.
Los resultados de los comicios del pasado octubre suponen un giro con respecto a los de 2020, en los que arrasó, con un 49 % de los votos -algo inédito desde 1996- la laborista Jacinda Ardern, quien dimitió en enero argumentando agotamiento.