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Los tres ciudadanos rusos, que Bulgaria cree son miembros del GRU, la inteligencia militar de Rusia, están acusados de haber intentado envenenar con el agente tóxico Novichok al comerciante de armas Emilian Gebrev y a su hijo, indicó a EFE una fuente de la Fiscalía.
Esta fuente ha señalado que la solicitud es una mera formalidad, ya que la constitución de la Federación Rusa prohíbe las extradición de sus ciudadanos al extranjero.
Entre los sospechosos se encuentra Sergey Fedotov, el general que supuestamente supervisó el intento de asesinato del exagente ruso Sergei Skripal y de su hija Yulia con Novichok en Reino Unido en 2018.
La Fiscalía ya había presentado cargos en abril de 2021 contra seis agentes del GRU por su posible implicación en la explosión de varios depósitos de armas en Bulgaria y República Checa entre 2014 y 2022.
Los polvorines que explotaron en Bulgaria y República Checa tenían armamento destinado a Georgia y Ucrania, países enfrentados a Moscú, y gran parte del material era de Gebrev.
Praga también acusa a Moscú de esos sabotajes.
El pasado julio la Fiscalía abrió una investigación sobre otro posible sabotaje en 2022 en un arsenal con armas destinadas a Ucrania.
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