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Países Bajos celebra las primeras elecciones en 13 años sin el liberal Mark Rutte, con un resultado impredecible y un alto número de partidos que podrían lograr escaños: se presentan 26, y las encuestas dan esperanzas a 16.
Una ponderación de diferentes encuestas publicadas este lunes y martes indican movimientos rápidos en la intención de voto: son cuatro los partidos que luchan por la primera posición y que podrían obtener más de 20 de los 150 escaños del Parlamento, convirtiéndose en claves para negociar la futura coalición de gobierno.
Según Peilingwijzer, la combinación de encuestas sobre intención de voto, la ultraderecha de Geert Wilders (PVV) sube a entre 22 y 28 escaños, acercándose al liberal de derechas VVD, de Dilan Yeşilgöz, que prevé 26-30 escaños. El bloque formado por socialdemócratas (PvdA) e izquierda verde (GroenLinks) está entre 21-25 escaños, y el democristiano NSC, liderado por Pieter Omtzigt, baja a 19-25 diputados.
El cambio más grande que se ha producido en la última semana es el repentino ascenso de Geert Wilders en las encuestas, lo que llegó después de que este afirmara que su prioridad ya no es evitar lo que llama la “islamización” de Países Bajos porque los neerlandeses “tienen problemas más importantes” ahora, en un guiño a Yeşilgöz, que no le descartó como socio.
Esto ha llevado al excomisario Frans Timmermans, líder de la lista PvdA-GroenLinks, a tratar de movilizar a los votantes con advertencias sobre el avance de la ultraderecha, lo que parece estar funcionando, según las encuestas. “No me quiero despertar el jueves en un país donde Wilders es el líder del partido más grande del país”, alertó.
"El alto grado de flexibilidad del votante sólo se entiende si se tiene en cuenta que las investigaciones han demostrado que la mayoría de la gente tenía dudas desde hace tiempo. Esas personas están decidiendo ahora qué hacer, pero solo el 30 % está seguro de su elección, por lo que aún puede pasar cualquier cosa", señaló el politólogo Tom Louwerse, creador del Peilingwijzer, a unas horas de iniciarse la votación.
El socio pequeño
Las combinaciones que hay sobre la mesa son una coalición hacia la extrema derecha entre VVD, NSC y PVV, frente a otra hacia la izquierda, con VVD, NSC y PvdA-GroenLinks. Son las composiciones que se jugarán mañana, aunque los tres partidos que finalmente acuerden una formación seguirán necesitando un cuarto socio para alcanzar la mayoría parlamentaria.
Una coalición de ultraderecha contaría con los 5-9 escaños del partido de los campesinos BBB, que se ha hundido en las encuestas, a pesar de haber arrasado en las elecciones provinciales del pasado marzo.
Un acuerdo con la izquierda tendría un posible socio en el progresista D66, que obtendría entre 7-11 escaños, que registra pérdidas en comparación con los 24 escaños que tiene ahora debido a la impopularidad de la coalición en funciones. Esto también afecta al partido democristiano CDA, que pierde al menos 10 escaños, quedándose con 3-5 diputados.
Otros grupos más pequeños son el Partido de los Animales, que prevé 5-7 escaños, seguido del ultraderechista Foro para la Democracia (FvD) y el Partido socialista, con entre 3-5 escaños cada uno. El proeuropeo Volt y el calvinista ortodoxo SGP contaría con unos 2-4 escaños, mientras que el partido antiracista Bij1, el de los mayores 50Plus, y la ultraderecha J21 se juegan seguir o no en el Parlamento.
Todos estos números siguen fluctuando en el último día de campaña. Una investigación del programa neerlandés EenVandaag señala que más de la mitad de los que planean votar a la alianza PvdA-GroenLinks lo hacen por razones estratégicas para frenar a la ultraderecha, y en general son votantes que abandonan otros partidos de izquierdas más pequeños.