José Medina Mora, el líder de la organización que reúne a más de 36.000 empresas que en conjunto aportan un tercio del producto interior bruto (PIB), señaló en una entrevista con EFE que antes de más reformas laborales se requiere elevar la productividad.
También consideró necesario atender hasta 1,6 millones de vacantes no cubiertas en el país, mientras existen más de 10 millones de mexicanos no aprovechados en el mercado laboral.
“Simplemente no es el momento, siempre en Coparmex hemos estado en favor de los trabajadores, por eso hemos impulsado el aumento del salario mínimo, buscamos su bienestar, el que salgan a tiempo, el que puedan estar con sus familias y eso lo seguiremos haciendo. Simplemente consideramos que ahorita no es tiempo”, manifestó.
El presidente de la patronal recordó que tan solo este 2023 los empresarios en el país ya han afrontado el incremento al salario mínimo, así como la reforma que duplicó a 12 días el mínimo de vacaciones obligatorias para los trabajadores.
Asimismo, citó el incremento de los patrones a las aportaciones a los fondos de pensiones de los trabajadores, a la que llamó “la reforma social más importante impulsada desde el sector empresarial en las últimas décadas”, que consiste en aumentar en un 8 % la contribución en ocho años a partir de 2023.
Medina Mora explicó que estos tres cambios ya han elevados los costos para las empresas, por lo que consideró que se requiere compensar con productividad y, en particular, atender las vacantes abiertas que no se han cubierto en el país.
Una jornada laboral controversial
La Cámara de Diputados anticipó la semana pasada que en este periodo, que termina el 15 de diciembre, votaría la reforma constitucional al artículo 123 para establecer dos días de descanso obligatorios a la semana por cada cinco trabajados.
México es el país de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) donde los trabajadores laboran más horas, con casi 2.140 al año, según este organismo.
Pero el presidente de la Coparmex argumentó que solo en la industria trabajan seis días a la semana ante la ausencia de personal suficiente, mientras que en trabajos burocráticos y la mayoría de las oficinas las jornadas ya son de cinco días laborales, en la práctica.
Ahí, reconoció, el pendiente a resolver es que los trabajadores solo trabajen ocho horas y “romper esa costumbre que existe de no poder irse hasta que el jefe se vaya”.
“Ojalá solo fueran ocho horas diarias, en muchas de estas empresas y dependencias de Gobierno la gente queda más de ocho horas. Eso es muy cansado y eso baja la productividad”, dijo.
Hasta ahora, legisladores del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena), al igual que algunos de los opositores Movimiento Ciudadano (MC) y del Partido Revolucionario Institucional (PRI), han manifestado su apoyo a la reforma.
Pero la iniciativa afronta un camino complejo porque, por ser constitucional, requiere la mayoría calificada de dos tercios en la Cámara de Diputados y el Senado, así como el aval de la mayoría de los 32 congresos estatales.