Los piquetes, que comenzaron el 6 de noviembre en tres de los cuatro pasos fronterizos habilitados para camiones, exigen la reintroducción de las cuotas para las empresas de transporte ucranianas que operan en el mercado europeo y que se les prohíba registrarse en Polonia.
En las últimas semanas, cientos de camiones ucranianos se han acumulado en la frontera y los retrasos, además de causar pérdidas a las compañías de transporte, están afectando a la economía del país, que se ha vuelto dependiente de los suministros que llegan a través de la frontera occidental.
"Los efectos negativos para la economía ucraniana pueden ser significativos, sobre todo teniendo en cuenta que nuestras rutas de importación marítimas están casi bloqueadas", dijo a EFE Iryna Kosse, analista del Instituto de Investigación Económica y Consultoría Política.
Según esta experta, los bloqueos pueden afectar especialmente al suministro de combustible, algo que ya se está haciendo notar en los precios en las gasolineras.
Las entregas de automóviles y varios tipos de maquinaria, necesaria tanto en el frente de guerra como en otros ámbitos, también se están viendo paralizadas.
De acuerdo con el Ministerio de Infraestructura, que ha manifestado sus objeciones al Gobierno polaco, a pesar de las garantías de los manifestantes, que aseguraron que esto no ocurriría, los bloqueos están afectando también a los carburantes y la ayuda humanitaria.
Kiev ya ha informado a Bruselas sobre la situación que se vive de "pre-crisis en el mercado del combustible", según dijo este martes en televisión el viceministro de Infraestructura, Taras Kachka.
"En invierno, en medio de constantes ataques por parte de la Federación Rusa, el bloqueo del suministro de productos energéticos puede crear una crisis", advirtió, y señaló que Ucrania buscará una solución esta semana en cooperación con la Comisión Europea (CE).
En la frontera también están quedando atascados equipos especializados y materiales de construcción. "Hospitaliers", una unidad médica de voluntarios del Ejército, ha denunciado que el bloqueo está afectando instrumentos necesarios para realizar transfusiones de sangre en el frente.
Lubomir Zubach, vicealcalde de Leópolis, anunció ayer que la reconstrucción de ciertos edificios dañados por misiles rusos este verano se retrasará debido al bloqueo, ya que hay un cierto tipo de material de techado que sólo se produce en Europa y que no puede atravesar la frontera.
Kosse cree que el proceso de formación de Gobierno en Polonia está obstaculizando la solución de la disputa y que, una vez que haya un nuevo Ejecutivo, será posible hallar un compromiso.
Al mismo tiempo, según la experta, Kiev no debería ceder ni cederá ante las demandas clave de los manifestantes polacos, ya que por ejemplo la cuestión de las cuotas se regula a nivel comunitario.
Por el contrario, sería posible cumplir algunas de las exigencias de los transportistas, como por ejemplo dar acceso a los camioneros polacos a los mecanismos de cola electrónica en la parte ucraniana de la frontera, señala Kosse.
Entretanto, los transportistas ucranianos celebraron este martes su propia protesta en el paso fronterizo de Krakivets-Korchova, donde una treintena de camiones participó en lo que calificaron de "advertencia" a los manifestantes polacos.
"Estamos indignados por las acciones de nuestros compañeros polacos porque, en estos tiempos difíciles, en lugar de apoyar a Ucrania, están creando obstáculos", dijo Volodímir Mijalevich, el organizador, a la agencia Ukrinform.
Según enfatizó el transportista, el bloqueo está dañando también a la economía polaca y ambos países deberían cooperar para solucionar sus problemas y garantizar la seguridad alimentaria mundial.