Según la organización de derechos humanos, más de 3.000 miembros de esta etnia, originaria de la región iraquí de Sinyar, en el noroeste del país, fueron asesinados en 2014, y al menos 6.800 más, principalmente mujeres y niños, fueron secuestrados.
En un comunicado, la entidad acusó al EI de "un catálogo de horribles violaciones contra los yazidíes", entre los que se incluyen casos de mujeres y niñas forzadas a la esclavitud sexual, y la utilización de niños soldados.
Pese la derrota de los yihadistas, en marzo de 2019, la Oficina para Yazidíes Secuestrados en Duhok estimó que 2.600 personas siguen a día de hoy desaparecidas, muchos de los cuales fueron secuestradas y trasladadas a cárceles sirias desde Irak.
AI entrevistó a organizaciones y activistas, quienes aseguraron que hay un gran número de yazidíes "atrapados en el sistema de detención extendido establecido en el noreste de Siria para mantener a personas con supuesta afiliación al EI", una red de centros administrados por la Administración Autónoma de la Región del Norte y Este de Siria (AANES, en inglés), y con el apoyo de la coalición militar liderada por Estados Unidos.
"Muchos de los que fueron capturados por error tras la caída del EI han languidecido en detención indefinida en condiciones terribles y potencialmente mortales en el noreste de Siria", aseguró la asesora principal sobre Género, Conflicto y Justicia Internacional de AI, Lauren Aarons, quien demandó que los dichos presos sean "identificados, liberados y que reciban el apoyo que necesitan".
AI cree que "cientos de mujeres y niños se encuentran en el campamento de detención sirio de Al Hol", algunos de los cuales "permanecen atrapados en condiciones de cautiverio, esclavitud y otros abusos por parte de los simpatizantes del EI".
Uno de los entrevistados por la ONG, de 18 años, explicó que estuvo detenido en una de los centros de detención, donde tuvo que ocultar su origen para no sufrir represalias y donde "fue testigo de la muerte de docenas de hombres debido a torturas, malos tratos y enfermedades".
"Estoy 100 % seguro de que hay otros niños y jóvenes yazidíes en las prisiones", relató, aunque añadió que "temen hablar, porque los otros prisioneros podrían agredirles".
Los yazidíes son una ancestral y pequeña comunidad religiosa procedente del norte de Irak, que en 2014 fue brutalmente perseguida por el EI y unos 5.000 hombres fueron asesinados, cerca de 7.000 mujeres y niños secuestrados, y un total de 300.000 desplazados de sus hogares en la región iraquí de Sinyar.