En un comunicado, Abulgueit advirtió sobre las consecuencias de la peligrosa escalada israelí en la región, tras considerar que Israel "está practicando una política imprudente sin previsión de las consecuencias nefastas que podría afectar a la región como resultado de sus acciones".
El secretario general del organismo panárabe, que aglutina a 22 países, destacó que "los asesinatos son actos que violan el derecho internacional y su realización revela un grave desprecio por las normas internacionales y un desprecio por las reglas que regulan las relaciones entre países".
"Se requiere que la comunidad internacional ejerza la presión necesaria sobre Israel para evitar una explosión regional generalizada por las políticas imprudentes seguidas por sus líderes", pidió en la nota.
El asesinato de Haniyeh se dio horas después del asesinato del comandante de Hizbulá Fuad Shukr en el Dahye, unos suburbios en el sur de Beirut y destacado bastión del grupo chií libanés, en una "operación quirúrgica" reconocida por Israel.
Según Israel, esa operación selectiva contra Shukr, considerado mano derecha del líder de ese grupo chií libanés, Hasán Nasrala, fue una represalia por el ataque del sábado contra los Altos del Golán ocupados en el que murieron 12 menores y que atribuyó a Hizbulá, que negó categóricamente cualquier vinculación.