“Cuatro personas fueron asesinadas cuando hombres a bordo de un coche Peugeot abrieron fuego contra las personas que participaban en una celebración escolar en la ciudad de Nikshahr, en la provincia suroriental de Sistán y Baluchistán”, informó la agencia estatal IRNA.
Entre las victimas mortales se encuentran el comandante de la Guardia Revolucionaria, Parviz Kadkhodaei, el comandante de la milicia islámica de los basiji, Abdulá Kadkhodaei, y el presidente del consejo municipal de la ciudad, Youssef Shirani, dijo el gobernador de la ciudad de Nikshahr, Majib Hasani.
Además, murió un soldado y otras dos personas resultaron heridas en el colegio, donde, según el gobernador, se celebraba una ceremonia caritativa.
En otro ataque, dos agentes de policía murieron cuando hombres armados dispararon contra el coche en el que se desplazaban en la ciudad de Khash, a 300 kilómetros de Nikshahr, en la misma provincia fronteriza con Pakistán, indicó IRNA.
La acción fue reivindicada en un comunicado por el grupo Yeish al Adl, opuesto al régimen chií de Irán, que lo considera organización terrorista y que en los últimos meses ha lanzado numerosos ataques contra las fuerzas de seguridad en Sistán y Baluchistán.
Los ataques se producen en un momento de fuertes tensiones en Oriente Medio tras los bombardeos de la última semana de Líbano por parte de Israel, en los que murió el líder de grupo libanés Hizbulá Hasán Nasrala y un general iraní.
Anoche, tropas israelíes lanzaron una incursión terrestre contra el Líbano para "desmantelar la infraestructura de ataque" de Hizbulá, uno de los principales aliados de Irán en la región.
La región de Sistán y Baluchistán tiene una población mayoritariamente suní y en ella operan grupos extremistas de esa rama del islam contrarios al Gobierno chií de Teherán, así como bandas de contrabandistas y narcotraficantes.
Los ataques contra las fuerzas de seguridad son comunes en esta región. Ayer mismo murieron tres policías y otros dos resultaron heridos en choques en tres ciudades diferentes de la provincia.
A principios de abril se produjo una serie de ataques coordinados contra cuarteles de la Guardia Revolucionaria y dos comisarías de Policía que se saldaron con la muerte de una treintena de personas, diez de ellos miembros de las fuerzas de seguridad.