En la víspera de que el presidente francés, Emmanuel Macron, visite por cuarta vez durante 2024 Alemania, donde se reunirá con su canciller, Olaf Scholz, fuentes del Elíseo comentaron que la idea de la CE "no significa cerrar el mercado" de la UE y sí "establecer las condiciones para una competencia leal".
Tras nueve meses de investigación, la Comisión Europea (CE) recomendó a la UE el aumento de aranceles para los vehículos eléctricos chinos. En su informe publicado el pasado verano, la CE sugiere un aumento de las tasas de aduana debido al apoyo que el Estado chino brinda a las empresas que fabrican los autos.
Dependiendo del nivel de subvenciones públicas que las diferentes marcas hayan recibido de Pekín, la CE recomienda tasar en un 7,4 % a BYD, un 20 % a Geely y un 38,1 % a SAIC. Asimismo, las marcas occidentales que produzcan en China (Telsa, Dacio o BMW) serían gravadas en un 21 %.
Berlín, sin embargo, se distancia de esta medida, pues es uno de los principales suministradores de componentes para los vehículos chinos. Además, teme que las represalias que ha prometido el gigante asiático afecten a otros sectores como las importaciones de carne de cerdo, brandy y productos lácteos europeos.
A la par de esta nueva divergencia entre las dos principales capitales de Europa -que ya chocaron por cuestiones energéticas y de defensa desde la invasión rusa de Ucrania en 2022-, se une también los roces por la conveniencia del acuerdo de libre comercio entre la UE y el bloque del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay).
Mientras el gobierno socialista de Scholz es favorable -como también lo es el de España-, Francia "no ha cambiado de postura", insistieron las fuentes del Elíseo.
Macron sigue pidiendo a sus socios del Cono Sur que el pacto incluya "medidas climáticas, de sostenibilidad y que sean recíprocas en la cuestión fitosanitaria", en alusión a una aplicación de reglas similares en los sectores agrícolas de ambos bloques.
"No es algo imposible, mirad el acuerdo (de libre comercio) con Nueva Zelanda, en el que integramos el conjunto de esas demandas", agregó la presidencia gala. La presión para que París firme el acuerdo también viene de la principal potencia del Mercosur, Brasil. Su presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, aseveró en la ONU que "nunca" se sintió tan "optimista" en relación al pacto comercial.
Además de los espinosos temas de los aranceles a China y el Mercosur, Macron abordará también con Scholz la guerra de Ucrania y la situación del Líbano.
En su fugaz visita a la capital germana, el presidente francés pasará buena parte de la jornada en el foro Berlín Global Dialogue, creado en 2022 y que busca debatir sobre soluciones para los desafíos del siglo XXI.