Estas voces aparecen en ocasiones escritas inapropiadamente, como se ve en los siguientes ejemplos: “Manifestantes se reunieron en Beirut y Teherán portando carteles del líder chiíta”, “Algunos buscaron alojamiento en las escuelas dirigidas por miembros de los partidos chiís” o “El alto mando nació en el seno de una familia shií”.
Tal como explica el “Diccionario panhispánico de dudas”, “chií” y “chiita” son formas igualmente válidas. Dado que dos vocales iguales cualesquiera forman hiato, “chií” es una palabra bisílaba aguda acabada en vocal y por tanto con tilde, mientras que “chiita” es trisílaba llana terminada en vocal y por tanto sin ella.
Son impropias grafías como “shií” y “shiita”, ya que las formas plenamente castellanizadas con “ch” están asentadas desde hace tiempo en el uso y en la norma.
El plural de “chií” es “chiíes”, con tilde en la segunda “i” por ser tónica y estar unida a una vocal abierta, y el de “chiita” es “chiitas”.
Por todo ello, en los ejemplos anteriores habría sido mejor haber escrito “Manifestantes se reunieron en Beirut y Teherán portando carteles del líder chiita”, “Algunos buscaron alojamiento en las escuelas dirigidas por miembros de los partidos chiíes” y “El alto mando nació en el seno de una familia chií”.
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