La embajadora suiza y presidenta rotatoria del Consejo, que comenzó este martes su presidencia mensual, Pascale Baeriswyl, dijo que aún no se ha programado ninguna reunión, pese a que Irán la solicitó en la noche del sábado y que la situación se ha agravado desde entonces.
Pero dijo convencida de que "más pronto que tarde" tendrá lugar esa reunión, en cualquier caso antes del día 8 de octubre, cuando se prevé una sesión periódica para revisar la resolución 1559 que data de 2004 y se refiere también al Líbano.
Baeriswyl dijo que en su opinión no se necesita ninguna nueva resolución relativa al Líbano, sino que se apliquen las existentes -la 1559 y la 1701, aprobadas en 2006-, pero el problema es que son violadas constantemente por todos los actores y sin consecuencias.
Puso como ejemplo la guerra de Gaza, que ha obligado a los miembros del Consejo a consensuar cuatro resoluciones -sin que ninguno de los miembros permanentes la haya vetado-, pero el problema ha sido luego que no se han aplicado por el terreno "por falta de una amenaza creíble" contra los que no la respetan, en una supuesta mención a Israel.