El titular del ramo efectuó ese compromiso al presentar hoy los presupuestos generales de 2025, los últimos antes de las elecciones previstas para el próximo marzo y con los que el Ejecutivo de Dublín quiere reducir los impuestos y elevar el gasto público tras una inyección de 10.500 millones de euros.
Chambers aseguró que el dinero de Apple no se usará para sufragar el "gasto del día a día" ni para reducir la fiscalidad en las cuentas del próximo año, en unos presupuestos que la oposición ya ha tachado de "regalo" para los votantes.
"Este Gobierno considera que debemos utilizar esos ingresos para abordar los desafíos conocidos a los que nos enfrentamos en materia de infraestructura de vivienda, energía, agua y transporte", subrayó el ministro.
Esos son los "cuatro pilares básicos" sobre los que girará la "inversión estratégica" del Ejecutivo de Dublín, de coalición entre democristianos, centristas y verdes, aportó el ministro de Gasto Público, Pascal Donohoe, durante la presentación de los presupuestos generales.
Donohoe, quien también es presidente del Eurogrupo, señaló que su Gobierno quiere garantizar las necesidades de la población, mantener el crecimiento económico y financiar la transición económica para lograr los objetivos climáticos asumidos por Irlanda.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) confirmó el pasado 10 de septiembre que Irlanda concedió ayudas fiscales ilegales a Apple durante más de dos décadas y obligó a la multinacional estadounidense a devolver unos 13.000 millones de euros por los impuestos no pagados gracias a esta ventaja.
Así, el tribunal con sede en Luxemburgo resolvió definitivamente el caso y dio la razón a la Comisión Europea, que en 2016 concluyó que la multinacional se había beneficiado de un trato fiscal selectivo entre 1991 y 2014 que permitió a la firma estadounidense pagar sustancialmente menos impuestos de los que debería.
El primer ministro irlandés, Simon Harris, respondió entonces que respetará el dictamen de la Justicia europea sobre las ayudas fiscales ilegales concedidas a Apple, aunque reiteró que su país no otorga un trato fiscal preferencial a ninguna empresa o contribuyente.
Con la inyección de capital de Apple y unas cuentas generosas para 2025, el mandatario democristiano espera renovar su mandato en unos comicios generales que, según los observadores, podría adelantar a este noviembre, tras el impacto inicial de los presupuestos en los bolsillos de la ciudadanía.