El sacerdote belga, detenido desde este fin de semana, había invitado al párroco británico -con quien mantenía una amistad desde hacía años- a visitarle en la localidad de Kalmthout, cerca de Amberes (norte de Bélgica), y alertó a los servicios de emergencia cuando su compañero, de 69 años, perdió el conocimiento tras sentirse indispuesto.
Los sanitarios no pudieron salvar su vida y en el cuerpo de la víctima se descubrieron restos de estupefacientes, informó la Fiscalía de Amberes.
Bernard D. está siendo procesado por tráfico de drogas con resultado de fallecimiento y la investigación revelará si el éxtasis que consumieron los dos hombres fue la causa de la muerte del británico.
El diario 7sur7 recoge una sensación de estupefacción entre los parroquianos de Kalmthout, que aseguran que no sabían nada de su vida privada y lamentan que "haya tenido que ocultar su orientación (sexual) durante toda su vida".
"Es increíble. Vi a Bernard el jueves, pocas horas antes de los acontecimientos. No noté nada. Nadie era consciente de su orientación, de su doble vida. En cualquier caso, es un terremoto para la diócesis", señala otro sacerdote citado por este diario.