En estos cuatro días del congreso, que termina mañana, las bases hacen una profunda reflexión sobre la derrota sufrida en los comicios del 4 de julio y debaten cómo recuperar a los cuatro millones de votantes 'tories' que respaldaron al populista Reform.
El reto del populismo
En un coloquio titulado '¿Cómo resolver un problema como Reform? Reunificar a la derecha' y organizado en el centro de conferencias donde se celebra el congreso, políticos conservadores reconocieron hoy que el partido de Farage no fue la causa de la debacle electoral, sino un Partido Conservador totalmente desunido.
"Nos hemos olvidado de ser conservadores. Gobernamos a la izquierda pero hablábamos a la derecha, lo que permitió que Farage aprovechase ese vacío (ideológico)", dijo el diputado Gareth Bacon.
La formación, opinó, debe volver a sus raíces, resaltar la importancia de un Estado pequeño, una economía de mercado, un Estado de derecho fuerte, "dejar de decir que el Estado debe resolverlo todo" y remarcar su tradicional "ideología de la aspiración".
Para la periodista Annunziata Rees-Mogg, hermana del exdiputado Jacob Rees-Mogg, el Partido Conservador "abandonó las políticas que importan a la gente" y "dejamos de ser conservadores".
"Muchos de nosotros votamos por Reform porque decían (cosas en las que) creíamos, cosas que el partido debería hacer", agregó.
"El Partido Conservador necesita ser claro: somos conservadores, apoyamos un Estado pequeño, impuestos bajos y que cada uno es un ser humano; si no, entonces Reform será el problema", puntualizó.
Las bases piden la unión del partido
Las bases coinciden, además, en que deben unirse detrás del nuevo líder que surja de la actual contienda interna para sustituir a Rishi Sunak el 2 de noviembre. Los cuatro aspirantes al liderazgo son: Tom Tugendhat, Kemi Badenoch, James Cleverly y Robert Jenrick.
En los comicios de julio, los conservadores perdieron 250 escaños y se quedaron con tan solo 121 de los 650 que conforman la Cámara de los Comunes (baja) del Parlamento.
Se trató del nivel de apoyo más bajo que nunca haya recibido el partido, por debajo del registro de 1906, cuando los conservadores obtuvieron 156 escaños.
El experto Christopher Fear, de la Escuela de Políticas y Estudios Internacionales de la Universidad inglesa de Hull, dijo a EFE que "la principal razón por la que los conservadores perdieron esos escaños es que una gran proporción de sus votantes se pasaron a Reform o no votaron en absoluto", agregó.
"Los votos combinados de los conservadores y el partido Reform habrían vencido al laborismo", consideró el experto, que cree que "los conservadores harían bien en intentar reconstruir su electorado recuperando las ideas básicas que les dieron una gran mayoría" en la cita electoral de diciembre de 2019.
Los 'tories', dijo, ganaron esas elecciones de 2019 bajo el lema de consumar el Brexit para recuperar el control de las fronteras, el dinero y la soberanía del Parlamento de Westminster (central).
El profesor del Centro de Políticas Democráticas de la Universidad de Leeds Richard Hayton resaltó a EFE que Reform supone "un importante desafío estratégico para los conservadores".
"Muchos miembros del Partido Conservador simpatizan con las posiciones que está adoptando Reform en una serie de cuestiones, como la inmigración o los impuestos", agregó Hayton, que anticipa que los 'tories' se inclinarán más hacia la derecha, "alejándose del centro".