El líder laborista señaló en un comunicado que desea "dejar atrás los años del Brexit" -salida del Reino Unido del bloque- para centrarse en "mejorar la cooperación" bilateral en materia de fronteras, seguridad y crecimiento económico.
Subrayó, no obstante, que en ningún caso su Gobierno propondrá un regreso al mercado único europeo, la unión aduanera o a la libertad de movimiento de personas, en cumplimiento de su compromiso electoral.
"El Reino Unido es sin duda más fuerte cuando trabaja con sus socios internacionales cercanos. Esto nunca fue más importante, en un momento en que la guerra, los conflictos y la inseguridad llaman a la puerta de Europa", declaró.
"Solo podremos hacer frente a esos desafíos si ponemos detrás nuestro peso colectivo", afirmó.
En su visita a la capital comunitaria, Starmer se reunirá con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; y la presidenta del Parlamento, Roberta Metsola.
Con este viaje, el jefe del Ejecutivo pretende empezar a 'resetear' las relaciones, erosionadas durante años de tensiones con sucesivos Gobiernos conservadores tras el referéndum del Brexit en 2016.
En cuanto a los acuerdos, sus objetivos declarados son conseguir uno veterinario para reducir la fricción en los controles fronterizos, otro para facilitar las giras de los músicos y la equivalencia recíproca de las cualificaciones profesionales.
Parece haber discrepancias en el Gobierno sobre cómo abordar un potencial pacto de movilidad, propuesto por Bruselas, para que los jóvenes de la UE y británicos puedan estudiar y trabajar en los respectivos territorios.