La compañía alegó que sigue habiendo "falta de pedidos" de coches eléctricos en Europa, un nicho de mercado que actualmente "se encuentra en profundas dificultades", según una nota enviada a los sindicatos y recogida por los medios locales.
La extensión del cese de producción sucede después de que a mediados de septiembre se anunciara la suspensión hasta mediados de octubre de la fabricación de este coche eléctrico confeccionado desde hace años en Mirafiori, histórico complejo de la Fiat en el norte de Italia y que actualmente aún es la principal fábrica de Stellantis en el país.
Stellantis aseguró que trabaja "con determinación" para garantizar la continuidad de sus plantas y producción, en medio de un contexto de pérdidas que se evidenció ayer, cuando sus acciones cayeron casi un 15 % en la Bolsa de Milán tras el anuncio de la empresa de una fuerte revisión a la baja de sus objetivos financieros para 2024.
Por otro lado, la compañía agregó que "está siempre al lado" de sus trabajadores "en este momento turbulento, con el objetivo de garantizar la continuidad y crecimiento, confirmando el papel de Italia como uno de los pilares del grupo".
La transición energética -que supone el cambio de los coches de combustión clásica a los eléctricos- "es un camino complejo y exigente" que implica "soluciones difíciles y no ofrece soluciones" fáciles "al alcance de la mano", añadió.