En un comunicado, el Cervantes explica que son cinco trabajadores: el director del centro, el coordinador académico, una profesora, un auxiliar administrativo y una auxiliar administrativa.
En el centro de Beirut trabajan también una oficial administrativa y una auxiliar de origen libanés que desde mañana atenderán sus puestos de manera no presencial. Las clases también se impartirán en línea y se suspenderán las actividades culturales.
El Instituto Cervantes de la capital libanesa, inaugurado en 1995, está ubicado en un edificio de más de 1.000 metros cuadrados y en 2020 sufrió graves daños tras la gran explosión que registró el puerto de la capital libanesa.
El pasado curso académico 2023-2024 tuvo 1.780 matrículas, la mayoría de cursos de español.