"Cuando actúas en el mismo mercado con gente que compite contigo con tanto nivel de subsidios que hacen que el mercado esté desequilibrado para tus empresas, tienes que corregirlo. Por eso apoyo la iniciativa de la Comisión Europea sobre los vehículos eléctricos de China", dijo Macron en el segundo Diálogo Global de Berlín, horas después de haberse reunido con Scholz.
Tras su cita en la Cancillería alemana, en la que ambos trataron asuntos bilaterales y europeos, además de las guerras en Oriente Medio y Ucrania, quedó claro que ambos mandatarios no lograron acercar sus posturas divergentes en dos temas comerciales importantes: los aranceles a China y el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y los países del Mercosur.
Macron sostuvo que Europa necesita adaptarse a un mundo en el que las grandes economías, como Estados Unidos y China, también protegen a sus industrias.
"Hace 25 años pensábamos que China respetaría las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), no es el caso, y en 2022, Estados Unidos decidió no cumplir con la OMC con su legislación sobre la inflación. Cuando Estados Unidos y China no respetan las reglas, no debemos ser los únicos que lo hagan", manifestó.
"No estoy invitando a ser proteccionista, el mundo proteccionista es feo, pero por lo menos deberíamos ser justos con nuestras industrias, con nuestros granjeros y nuestra gente, lo que significa preservar el equilibrio" de los mercados, agregó Macron.
En otro foro, Scholz insistió en la necesidad de continuar las negociaciones con China sobre los vehículos eléctricos para evitar el aumento de aranceles.
"Se cavan zanjas y se levantan muros por doquier. El objetivo es contrarrestar los riesgos -y, en última instancia, la competencia extranjera- estrechando cada vez más el círculo de socios comerciales", señaló.
"Por supuesto, tenemos que proteger nuestra economía de las prácticas comerciales desleales. Tenemos que insistir en la igualdad de condiciones. Hay disputas, incluso de larga duración, pero nuestra reacción como UE no debe llevarnos a perjudicarnos a nosotros mismos", subrayó el mandatario germano.
Alemania, cuya economía se apoya considerablemente en las exportaciones, quiere evitar más aranceles sobre los coches eléctricos, pues es uno de los principales suministradores de componentes para los vehículos chinos.
Además, teme que las represalias que ha prometido el gigante asiático afecten a otros sectores.
Tanto Macron como Scholz hicieron estas valoraciones cuando los Estados miembros de la UE se preparan para votar el viernes sobre si deben imponer mayores aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos chinos por considerarlos ilegalmente subsidiados.
Tras nueve meses de investigación, la Comisión Europea recomendó a la UE el aumento de aranceles para los vehículos eléctricos chinos.
Dependiendo del nivel de subvenciones públicas que las diferentes marcas hayan recibido de Pekín, la CE recomienda tasar en un 7,4 % a BYD, un 20 % a Geely y un 38,1 % a SAIC. Asimismo, las marcas occidentales que produzcan en China (Telsa, Dacio o BMW) serían gravadas en un 21 %.
Los dos mandatarios también mantienen diferentes opiniones acerca del acuerdo de libre comercio con el Mercosur, que apoya un entusiasta Scholz y bloquea un crítico Macron.
Este mismo jueves, antes de reunirse con el presidente galo, el jefe de Gobierno de Alemania calificó de "inaceptable" que en la situación geopolítica actual la UE no esté cerrando nuevos acuerdos de libre comercio.
"Por eso esperamos de la Comisión y también de los otros Estados miembros que se pongan de acuerdo y podamos avanzar de una vez", señaló.