La embarcación tipo cayuco, que partió de Mauritania, volcó de madrugada del pasado sábado cuando se encontraba a unos seis kilómetros de la costa, al ponerse en pie los ocupantes durante la operación de salvamento, en la que fueron rescatadas 27 personas con vida, se recuperaron nueve cadáveres y se calcula que desaparecieron otros 54 migrantes.
"Se ha estado buscando intensamente a los desaparecidos desde el sábado con una gran cantidad de medios y no se ha conseguido localizar nada", manifestó un portavoz de Salvamento Marítimo.
En las labores de búsqueda participaron dos embarcaciones, un avión y un helicóptero de Salvamento Marítimo, una patrullera de la Guardia Civil española, un helicóptero del Gobierno regional de Canarias y una embarcación de Cruz Roja.
La zona donde se produjo el naufragio, la mayor tragedia migratoria en el archipiélago canario en treinta años de llegadas de embarcaciones precarias, alcanza profundidades de mil metros, por lo que los equipos de emergencia habían advertido de la dificultad de recuperar cuerpos, al impedir la presión que emerjan a la superficie.
La conocida como ruta canaria de la emigración, la que siguen cayucos y pateras que salen de la costa atlántica africana, es considerada como una de las más peligrosas del mundo.
Cruz Roja estima que en esta ruta mueren o desaparecen entre el 5 y el 8 por ciento de los migrantes y en los siete primeros meses de 2024 se ha cobrado 702 vidas.
En lo que va de año, cerca de 27.000 migrantes han llegado a estas islas de forma irregular, casi el doble que en el mismo periodo del año anterior.