El estudio "¿Cuánto cuesta mirar hacia otro lado? Los costes de la violencia sexual contra la infancia y adolescencia", elaborado por la ONG Educo y la Universidad Pontificia Comillas, pretende cuantificar el coste económico de este tipo de violencia y el daño inmaterial que las víctimas sufren durante su vida.
La investigación señala que el 17,29 % de la población ha sufrido violencia sexual en la infancia, uno de cada seis menores, y que en 2023 se denunciaron 9.185 casos mientras que se estima que hubo otros 77.407 casos invisibilizados en España.
La evaluación arroja unos 1.276 millones de euros en gastos asociados a los casos denunciados -incluyendo costes sanitarios, educativos, sociales, judiciales-, y pone en valor otros perjuicios de difícil monetización, como los daños emocionales de la víctima y su familia, que sitúa en unos 3.178 millones de euros.
Por ello, el equipo investigador subraya que se ha elaborado una aproximación conservadora y que las cifras planteadas son mínimas.
"Además de las consecuencias económicas, la violencia sexual provoca pérdidas que no tienen traducción económica. Destruye oportunidades, limita la participación social, afecta la cualificación profesional y genera un profundo sufrimiento tanto en las víctimas como en sus familias. Estos impactos, aunque difíciles de cuantificar en términos monetarios, representan un costo social significativo para el país a largo plazo", advierte el informe.
Pocas denuncias
El estudio denuncia que España sigue encorsetada en "unas estructuras sociales que impiden que los casos se denuncien y salgan a la luz".
"Si bien una estimación a la baja indica que uno de cada seis niños y niñas sufrirá violencia sexual durante sus primeros 18 años de vida, sabemos que solo un pequeño porcentaje acabará denunciando", resalta.
El Ministerio español de Igualdad situó en 2022 el coste económico de la violencia de género y la violencia sexual fuera del ámbito de la pareja en 4.933 millones de euros, lo que supone el 0,37 % del PIB de España y 104 euros per cápita.