Esa visión la definió con los siguientes principios: defensa del multilateralismo, lucha contra el cambio climático, promoción de la igualdad de género y la creencia en una seguridad euroatlántica común en el seno de la OTAN.
Pese a que esos principios parecen más próximos a la Administración saliente del demócrata Joe Biden, Albares no quiso expresar ninguna preferencia, pues -expresó- serán los estadounidenses los que decidan el gobierno y el presidente que quieren.
Pero sí calificó de "relación extraordinaria" la que ha tenido el presidente Joe Biden con el gobierno de Pedro Sánchez.
Albares hizo estas declaraciones al término de un viaje a Nueva York en el que se reunió con el jefe del Departamento de Operaciones de Paz de la ONU, Jean-Pierre Lacroix.
Con Lacroix aseguró haber compartido una misma visión sobre "la importancia de mantenerse en el terreno" de la misión de paz en el Líbano, comandada por un general español, Aroldo Lázaro, y donde prestan servicio más de 600 soldados españoles.
Recalcó que no hay planes de incrementar esas tropas puesto que nadie lo ha pedido, pero que, en todo caso, las que están desplegadas seguirán ahí. "Es una decisión firme", dado que las posiciones que ocupan son "vitales para el mantenimiento de la paz" en el país árabe, incidió.
Por último, y preguntado por si España pensaba modificar su postura sobre el Sáhara Occidental ahora que el Enviado Personal de la Secretaría General de la ONU, Staffan de Mistura, ha dado una especie de ultimátum a las partes para que salgan de su intransigencia, Albares descartó cambios en este momento.
"Corresponde al Enviado poner sobre la mesa las propuestas, y España lo que hará es estar junto a él, siempre y cuando las partes (Marruecos y el Frente Polisario) estén de acuerdo", subrayó.