“Reconocemos con humildad los errores cometidos, desde la falta de prevención y el insuficiente apoyo a las víctimas hasta la falta de celeridad en los procesos de investigación y reparación", comunicó a través de un video el superior provincial del instituto, sacerdote Diego Barata, quien además explicó las motivaciones y el contenido del documento rotulado como 'Purificación de la Memoria 1965-2024'.
"Y como se lee en la parábola del samaritano, lo decimos con vergüenza, fuimos como esos sacerdotes que pasaron por el camino y pasaron de largo sin darse cuenta de que la víctima estaba allí", afirmó.
En palabras del religioso, el objetivo de informe es "reconocer públicamente los abusos cometidos, pedir perdón a las víctimas y al mismo tiempo manifestar un compromiso con la reparación y la prevención".
“Decidimos iniciar un trabajo de investigación para poder acercarnos lo más posible a toda la verdad sobre los hechos ocurridos y sobre los procedimientos de la comunidad que no siempre fueron los más adecuados", puntualizó.
A 2020, dos años después de la visita de Papa Francisco a Chile, investigadores contaban con más de 300 causas aún pendientes de denuncias de abuso perpetrados por miembros del clero, la mayoría de ellas todavía sin respuesta.