"Qué cada uno se dedique a lo suyo y no a ajustar cuentas políticas con la presidenta", dijo la mandataria en rueda de prensa.
"Dejemos que la fiscalía haga su trabajo y yo haré el mío. No tengo miedo", aseveró.
Según la presidenta georgiana, lo que tiene que hacer ahora la Fiscalía es "investigar un gran número de violaciones", incluida la violación del derecho al voto secreto, que "puede afectar a los resultados de la votación" del sábado en la que venció el partido gobernante Sueño Georgiano entre denuncias de graves irregularidades.
Asimismo, llamó a los fiscales georgianos a citar también al alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, "quien también dijo tener información sobre violaciones graves en las elecciones en Georgia".
"Las violaciones y falsificaciones fueron sistemáticas. Las elecciones fueron amañadas masivamente de todas las formas posibles e imposibles", insistió.
Zurabishvili aseguró que en todos los colegios con votación electrónica se infringió el derecho al sufragio secreto por lo que la votación tiene que ser anulada.
Agregó que más de un millar de demandas de anular los votos en 246 colegios ya fueron remitidas a la Comisión Electoral Central del país.
Las autoridades electorales, por su parte, rindieron hoy cuentas del recuento manual de los votos en 366 colegios tras denuncias de fraude.
En 334 colegios los resultados permanecieron intactos, mientras que en otros 32 sufrieron "cambios insignificantes", según la CEC.
La presidenta georgiana, pese a gozar de inmunidad, está obligada a presentarse a declarar, aunque puede pedir ante un juez, en lugar de en la Fiscalía.
Según dijo a EFE la abogada Irma Chkadua, las autoridades judiciales pueden obligar a la presidenta a prestar declaración ante la gravedad de las acusaciones realizadas.
Según los resultados oficiales de las parlamentarias, Sueño Georgiano consiguió cerca del 54 % de los votos y se hizo con 89 de los 150 escaños del Parlamento.
Las cuatro coaliciones opositoras que accedieron al Parlamento denunciaron la falsificación de los comicios y adelantaron que boicotearán la formación de la cámara.
La Unión Europea (UE) y Estados Unidos han llamado a las autoridades a investigar las presuntas irregularidades cometidas durante la votación y el escrutinio.